Nueva Biblia Latinoamericana
Después de pasar allí algún tiempo, Pablo fue recorriendo por orden la región de Galacia y de Frigia, fortaleciendo a todos los discípulos. (Hechos 18:23)
Llegó entonces a Efeso un Judío que se llamaba Apolos, natural de Alejandría, hombre elocuente, y que era poderoso en las Escrituras. (Hechos 18:24)
Este había sido instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas referentes a Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan. (Hechos 18:25)
Y comenzó a hablar abiertamente en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llevaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.
Cuando Apolos quiso pasar a Acaya, los hermanos lo animaron, y escribieron a los discípulos que lo recibieran. Cuando llegó, ayudó mucho a los que por la gracia habían creído, (Hechos 18:27)
porque refutaba vigorosamente en público a los Judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo (el Mesías). (Hechos 18:28)
Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de haber recorrido las regiones superiores, llegó a Efeso y encontró a algunos discípulos, (Hechos 19:1)

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Hechos 18:26 - Referencia Cruzada

Nadie se engañe a sí mismo. Si alguien de ustedes se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio. (1 Corintios 3:18)
Y el ojo no puede decirle a la mano: "No te necesito;" ni tampoco la cabeza a los pies: "No los necesito." (1 Corintios 12:21)
Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él se alojaba. Desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la Ley de Moisés como por los Profetas. (Hechos 28:23)
El eunuco le respondió: "¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe?" E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él. (Hechos 8:31)
En verdad les digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él." (Marcus 10:15)
Por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo (el Mesías), avancemos hacia la madurez (perfección), no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas y de la fe en Dios, (Hebreos 6:1)
Como pendiente de oro y adorno de oro fino Es el sabio que reprende al oído atento. (Proverbios 25:12)
y dijo: "En verdad les digo que si no se convierten y se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos. (Mateo 18:3)
Este había sido instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas referentes a Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan. (Hechos 18:25)
Antes bien, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. (2 Pedro 3:18)
Con todo, se detuvieron allí mucho tiempo hablando valientemente, confiados en el Señor que confirmaba la palabra de Su gracia, concediendo que se hicieran señales (milagros) y prodigios por medio de sus manos. (Hechos 14:3)
Si alguien cree que sabe algo, no ha aprendido todavía como debe saber; (1 Corintios 8:2)
Les digo, que a cualquiera que tiene, más le será dado, pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. (Lucas 19:26)
Allí se encontró con un Judío que se llamaba Aquila, natural del Ponto, quien acababa de llegar de Italia con Priscila su mujer, pues el emperador Claudio había ordenado a todos los Judíos que salieran de Roma. Pablo fue a verlos, (Hechos 18:2)
El sabio oirá y crecerá en conocimiento, Y el inteligente adquirirá habilidad, (Proverbios 1:5)
Clama a voz en cuello, no te detengas. Alza tu voz como trompeta, Declara a Mi pueblo su transgresión Y a la casa de Jacob sus pecados. (Isaías 58:1)
Si alguno está dispuesto a hacer la voluntad de Dios, sabrá si Mi enseñanza es de Dios o si hablo de Mí mismo. (Juan 7:17)
Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón a mi conocimiento; (Proverbios 22:17)
Da instrucción al sabio, y será aún más sabio, Enseña al justo, y aumentará su saber. (Proverbios 9:9)
Comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les explicó lo referente a El en todas las Escrituras. (Lucas 24:27)
Oren también por mí, para que me sea dada palabra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor el misterio del evangelio, (Efesios 6:19)