Nueva Biblia Latinoamericana
Pero cuando los Judíos de Tesalónica supieron que la palabra de Dios había sido proclamada por Pablo también en Berea, fueron también allá para agitar y alborotar a las multitudes. (Hechos 17:13)
Entonces los hermanos inmediatamente enviaron a Pablo para que fuera hasta el mar; pero Silas y Timoteo se quedaron allí. (Hechos 17:14)
Los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas; y después de recibir órdenes de que Silas y Timoteo se unieran a él lo más pronto posible, se fueron. (Hechos 17:15)
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía (se indignaba) dentro de él al contemplar la ciudad llena de ídolos.
Así que discutía en la sinagoga con los Judíos y con los Gentiles temerosos de Dios, y diariamente en la plaza con los que estuvieran presentes. (Hechos 17:17)
También discutían con él algunos de los filósofos Epicúreos y Estoicos. Y algunos decían: "¿Qué quiere decir este palabrero?" "Parece ser un predicador de divinidades extrañas," decían otros; porque les predicaba a (anunciaba el evangelio de) Jesús y la resurrección. (Hechos 17:18)
Entonces tomaron a Pablo y lo llevaron al Areópago, diciendo: "¿Podemos saber qué es esta nueva enseñanza que usted proclama? (Hechos 17:19)

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Hechos 17:16 - Referencia Cruzada

Entonces él respondió: "He tenido mucho celo por el SEÑOR, Dios de los ejércitos; porque los Israelitas han abandonado Tu pacto, han derribado Tus altares y han matado a espada a Tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela." (1 Reyes 19:14)
Porque estoy lleno de palabras; Dentro de mí el espíritu me constriñe. (Job 32:18)
Ríos de lágrimas vierten mis ojos, Porque ellos no guardan Tu ley. (Salmos 119:136)
Porque mientras pasaba y observaba los objetos de su adoración, hallé también un altar con esta inscripción: 'AL DIOS DESCONOCIDO.' Pues lo que ustedes adoran sin conocer, eso les anuncio yo. (Hechos 17:23)
Veo a los malvados y me repugnan, Porque no guardan Tu palabra. (Salmos 119:158)
Entonces un hombre, uno de los Israelitas, vino y presentó una Madianita a sus parientes, a la vista de Moisés y a la vista de toda la congregación de los Israelitas, que lloraban a la puerta de la tienda de reunión. (Números 25:6)
Tan pronto como Moisés se acercó al campamento, vio el becerro y las danzas. Se encendió la ira de Moisés, arrojó las tablas de sus manos, y las hizo pedazos al pie del monte. (Éxodo 32:19)
Además rescató al justo Lot, abrumado por la conducta sensual de hombres libertinos (sin principios morales) (2 Pedro 2:7)
Yo, en cambio, estoy lleno de poder, Del Espíritu del SEÑOR, Y de juicio y de valor, Para dar a conocer a Jacob su rebelión, Y a Israel su pecado. (Miqueas 3:8)
Porque el celo por Tu casa me ha consumido, Y los insultos de los que Te injurian han caído sobre mí. (Salmos 69:9)
Y él respondió: "He tenido mucho celo por el SEÑOR, Dios de los ejércitos; porque los Israelitas han abandonado Tu pacto, han derribado Tus altares y han matado a espada a Tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela." (1 Reyes 19:10)
Y mirando con enojo a los que Lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: "Extiende tu mano." Y él la extendió, y su mano quedó sana. (Marcus 3:5)
Pero se encendió la ira de Eliú, hijo de Baraquel el Buzita, de la familia de Ram. Se encendió su ira contra Job porque se justificaba delante de Dios. (Job 32:2)
La Pascua de los Judíos estaba cerca, y Jesús subió a Jerusalén. (Juan 2:13)
Pero si digo: "No Lo recordaré Ni hablaré más en Su nombre," Esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente Encerrado en mis huesos. Hago esfuerzos por contenerlo , Y no puedo. (Jeremías 20:9)