Ver no es Creer (Marcos 9:14)
Samuel Acevedo(Audio: Español)
RESUMEN:
En Marcos 9, Jesús encuentra a sus discípulos lidiando con un demonio que no pudieron expulsar. A pesar de haber sido autorizados por Jesús para hacerlo, estaban impotentes. Jesús confronta a la multitud incrédula y a los escribas, que representan el mundo incrédulo que critica a la iglesia. La palabra de Dios nos permite ver esta escena para aprender de ella. El poder de Dios fluye a través de un filtro llamado la fe, y si ese filtro no está limpio, ese poder no se transferirá a nuestras vidas y a nuestra realidad. La llave para el flujo del poder de Dios es la fe. El Señor diagnostica a la generación como incrédula, lo que obstaculiza el flujo del poder de Dios.
El filtro para el flujo del poder de Dios es la fe. La generación del Nuevo Testamento vivió 400 años sin un profeta y sin ver el mover de Dios de una forma milagrosa, lo que resultó en dos modos de pensar: los que buscan señales y los que insisten en el método científico. La incredulidad es el obstáculo para el flujo del poder de Dios. Para abrir el filtro de la fe, se sugiere orar y tomar pasos de fe, como sincronizar nuestra vida con la palabra de Dios, confrontando nuestras fronteras.
Un paso de fe puede ser sincronizar tu vida con la palabra de Dios, moverte en las promesas del Señor o seguir las impresiones espirituales que Él te da. Tomar un paso de fe puede ser algo positivo y puede llevarte a lugares que nunca imaginaste. También es importante unirte con gente que profesa y ejerce la fe. Si nunca has recibido a Jesús como tu salvador, se te invita a hacerlo y comenzar a tomar pasos de fe. El milagro comienza hoy.Cuántos creen que el Señor tiene algo grande y poderoso para la ciudad de Boston? Cuántos creen que el Señor tiene algo grande y poderoso para la Congregación León de Judá. Vamos a Marcos, Capítulo 9, hermanos, comenzando con el versículo 14.
Mi oración en esta mañana, hermanos, es que nosotros crucemos todos una frontera, que nosotros crucemos una frontera invisible. Lo declaro desde de ahora, declarando lo que no es como si fuera, y al final cualquier frontera que tengamos que cruzar para conquistar el terreno que el Señor nos tiene para nuestra vidas individuales, como una iglesia dotada para cosas especiales, en una ciudad precisa, el Señor lo cumpla conforme a su nombre. Y tenemos un largo camino delante de nosotros y una fuerte tarea.