Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un gallo.
(Juan 18:27)Entonces llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio (residencia oficial del gobernador); era muy de mañana; y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua.
(Juan 18:28)Pilato, pues, salió afuera hacia ellos y dijo: "¿Qué acusación traen contra este hombre?"
(Juan 18:29)Ellos respondieron: "Si este hombre no fuera malhechor, no se Lo hubiéramos entregado."
Entonces Pilato les dijo: "Se Lo pueden llevar y juzgar conforme a su ley." "A nosotros no nos es permitido dar muerte a nadie," le dijeron los Judíos.
(Juan 18:31)Esto sucedió para que se cumpliera la palabra que Jesús había hablado, dando a entender de qué clase de muerte iba a morir.
(Juan 18:32)Pilato volvió a entrar al Pretorio, y llamó a Jesús y Le preguntó: "¿Eres Tú el Rey de los Judíos?"
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Juan 18:30 - Referencia Cruzada
Como resultado de esto, Pilato procuraba soltar a Jesús, pero los Judíos gritaron: "Si suelta a Este, usted no es amigo del César; todo el que se hace rey se opone al César."
(Juan 19:12)Y comenzaron a acusar a Jesús, diciendo: "Hemos hallado que éste pervierte a nuestra nación, prohibiendo pagar impuesto al César, y diciendo que El mismo es Cristo (el Mesías), un Rey."
(Lucas 23:2)diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar."
(Lucas 24:7)Y los principales sacerdotes Lo acusaban de muchas cosas.
(Marcus 15:3)El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres (antepasados), ha glorificado a Su Siervo Jesús, al que ustedes entregaron y repudiaron en presencia de Pilato, cuando éste había resuelto poner a Jesús en libertad.
(Hechos 3:13)Los escribas y los principales sacerdotes procuraron arrestar a Jesús en aquella misma hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo.
(Lucas 20:19)Ahora subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y Lo condenarán a muerte y Lo entregarán a los Gentiles.
(Marcus 10:33)