Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: "Antes que el gallo cante dos veces, Me negarás tres veces." Y se echó a llorar.
(Marcus 14:72)Muy de mañana, los principales sacerdotes prepararon enseguida una reunión con los ancianos, los escribas y todo el Concilio (Sanedrín); y atando a Jesús, Lo llevaron y Lo entregaron a Pilato.
(Marcus 15:1)¿Eres Tú el Rey de los Judíos?" le preguntó Pilato. "Tú lo dices," respondió Jesús
(Marcus 15:2)Y los principales sacerdotes Lo acusaban de muchas cosas.
De nuevo Pilato Le preguntó: "¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas Te acusan."
(Marcus 15:4)Pero Jesús no respondió nada más; de modo que Pilato estaba asombrado.
(Marcus 15:5)Ahora bien, en cada fiesta Pilato acostumbraba soltarles un preso, el que ellos pidieran.
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Marcus 15:3 - Referencia Cruzada
Al ser acusado por los principales sacerdotes y los ancianos, nada respondió.
(Mateo 27:12)Entonces el sumo sacerdote levantándose, se puso en medio y preguntó a Jesús: "¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra Ti?"
(Marcus 14:60)Pilato, pues, salió afuera hacia ellos y dijo: "¿Qué acusación traen contra este hombre?"
(Juan 18:29)Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca. Como cordero que es llevado al matadero, Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, El no abrió Su boca.
(Isaías 53:7)Como resultado de esto, Pilato procuraba soltar a Jesús, pero los Judíos gritaron: "Si suelta a Este, usted no es amigo del César; todo el que se hace rey se opone al César."
(Juan 19:12)Y comenzaron a acusar a Jesús, diciendo: "Hemos hallado que éste pervierte a nuestra nación, prohibiendo pagar impuesto al César, y diciendo que El mismo es Cristo (el Mesías), un Rey."
(Lucas 23:2)Pero Jesús no respondió nada más; de modo que Pilato estaba asombrado.
(Marcus 15:5)Cuando Lo vieron los principales sacerdotes y los guardias, gritaron: "¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!" Pilato les dijo: "Ustedes, pues, Lo toman y Lo crucifican, porque yo no encuentro ningún delito en El."
(Juan 19:6)