Nueva Biblia Latinoamericana
En verdad les digo que si alguien guarda Mi palabra, no verá jamás la muerte." (Juan 8:51)
Los Judíos Le dijeron: "Ahora sí sabemos que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas, y Tú dices: 'Si alguien guarda Mi palabra no probará jamás la muerte.' (Juan 8:52)
¿Eres Tú acaso mayor que nuestro padre Abraham que murió? Los profetas también murieron; ¿quién crees que eres?" (Juan 8:53)
Jesús respondió: "Si Yo mismo Me glorifico, Mi gloria no es nada; es Mi Padre el que Me glorifica, de quien ustedes dicen: 'El es nuestro Dios.'
Ustedes no Lo han conocido, pero Yo Lo conozco; y si digo que no Lo conozco seré un mentiroso como ustedes; pero sí Lo conozco y guardo Su palabra. (Juan 8:55)
Abraham, el padre de ustedes, se regocijó esperando ver Mi día; y lo vio y se alegró." (Juan 8:56)
Por esto los Judíos Le dijeron: "Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?" (Juan 8:57)

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Juan 8:54 - Referencia Cruzada

Este principio de Sus señales (milagros) hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó Su gloria, y Sus discípulos creyeron en El. (Juan 2:11)
Por lo cual Dios también Lo exaltó hasta lo sumo, y Le confirió el nombre que es sobre todo nombre, (Filipenses 2:9)
Si Yo solo doy testimonio de Mí mismo, Mi testimonio no es verdadero. (Juan 5:31)
El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero Aquél que busca la gloria del que Lo envió, El es verdadero y no hay injusticia en El. (Juan 7:18)
Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: "Padre, la hora ha llegado; glorifica a Tu Hijo, para que el Hijo Te glorifique a Ti, (Juan 17:1)
Pero si tú, que llevas el nombre de Judío y te apoyas en la Ley; que te glorías en Dios (Romanos 2:17)
Ustedes hacen las obras de su padre." Ellos Le dijeron: "Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, es decir, Dios." (Juan 8:41)
Por medio de El son creyentes en Dios, que Lo resucitó de entre los muertos y Le dio gloria, de manera que la fe y esperanza de ustedes sean en Dios. (1 Pedro 1:21)
Entonces, cuando salió, Jesús dijo: "Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en El. (Juan 13:31)
Pero Yo mismo he consagrado a Mi Rey Sobre Sion, Mi santo monte." (Salmos 2:6)
Nadie toma este honor para sí mismo, sino que lo recibe cuando es llamado por Dios, así como lo fue Aarón. (Hebreos 5:4)
Seguí mirando en las visiones nocturnas, Y en las nubes del cielo Venía uno como un Hijo de Hombre, Que se dirigió al Anciano de Días Y fue presentado ante El. (Daniel 7:13)
Y ahora, glorifícame Tú, Padre, junto a Ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. (Juan 17:5)
Y el SEÑOR dijo: "Ponle por nombre Lo Ammí (No es Pueblo Mío), porque ustedes no son Mi pueblo y Yo no soy su Dios." (Oseas 1:9)
Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo, (Juan 5:22)
Pero El decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado. (Juan 7:39)
No es bueno comer mucha miel, Ni el buscar la propia gloria es gloria. (Proverbios 25:27)
Oigan la palabra del SEÑOR, ustedes que tiemblan ante Su palabra: "Sus hermanos que los aborrecen, que los excluyen por causa de Mi nombre, Han dicho: 'Sea el SEÑOR glorificado, para que veamos la alegría de ustedes.' Pero ellos serán avergonzados. (Isaías 66:5)
Pues cuando El recibió honor y gloria de Dios Padre, la Majestuosa Gloria Le hizo esta declaración: "Este es Mi Hijo amado en quien Me he complacido." (2 Pedro 1:17)
Oigan esto, casa de Jacob, los que llevan el nombre de Israel Y salieron de las entrañas de Judá, Los que juran por el nombre del SEÑOR Y hacen mención del Dios de Israel, Pero no en verdad ni en justicia, (Isaías 48:1)
Yo no recibo (no acepto) gloria de los hombres; (Juan 5:41)
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres (antepasados), ha glorificado a Su Siervo Jesús, al que ustedes entregaron y repudiaron en presencia de Pilato, cuando éste había resuelto poner a Jesús en libertad. (Hechos 3:13)
El Me glorificará, porque tomará de lo Mío y se lo hará saber a ustedes. (Juan 16:14)
Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquél a quien el Señor alaba. (2 Corintios 10:18)
A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a ustedes, en estas cosas que ahora les han sido anunciadas mediante los que les predicaron el evangelio (les anunciaron las buenas nuevas) por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar. (1 Pedro 1:12)
Salmo de David. Dice el SEÑOR a mi Señor: "Siéntate a Mi diestra, Hasta que ponga a Tus enemigos por estrado de Tus pies." (Salmos 110:1)
Ese poder obró en Cristo cuando Lo resucitó de entre los muertos y Lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales, (Efesios 1:20)
Pero Yo no busco Mi gloria; hay Uno que la busca, y juzga. (Juan 8:50)