Nueva Biblia Latinoamericana
Puedes irte, tu hijo vive," le dijo Jesús. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. (Juan 4:50)
Y mientras bajaba a su casa, sus siervos le salieron al encuentro y le dijeron que su hijo vivía. (Juan 4:51)
Entonces les preguntó a qué hora había empezado a mejorar. Y le respondieron: "Ayer a la una de la tarde (la hora séptima) se le quitó la fiebre." (Juan 4:52)
El padre entonces se dio cuenta que fue a la hora en que Jesús le dijo: "Tu hijo vive." Y creyó él con toda su casa.
Esta fue la segunda señal (el segundo milagro) que Jesús hizo cuando fue de Judea a Galilea. (Juan 4:54)
Después de esto, se celebraba una fiesta de los Judíos, y Jesús subió a Jerusalén. (Juan 5:1)
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, un estanque que en Hebreo se llama Betesda que tiene cinco pórticos. (Juan 5:2)

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Juan 4:53 - Referencia Cruzada

Pero el centurión respondió: "Señor, no soy digno de que Tú entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado quedará sano. (Mateo 8:8)
Porque El habló, y fue hecho; El mandó, y todo se confirmó. (Salmos 33:9)
Entonces Jesús dijo al centurión: "Vete; así como has creído, te sea hecho." Y el criado fue sanado en esa misma hora. (Mateo 8:13)
Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame." (Hechos 2:39)
Hoy ha venido la salvación a esta casa," le dijo Jesús, "ya que él también es hijo de Abraham; (Lucas 19:9)
El envió Su palabra y los sanó Y los libró de la muerte. (Salmos 107:20)
quien te dirá palabras por las cuales serás salvo, tú y toda tu casa.' (Hechos 11:14)
Cuando ella y su familia se bautizaron, nos rogó: "Si juzgan que soy fiel al Señor, vengan a mi casa y quédense en ella." Y nos persuadió a ir. (Hechos 16:15)
Llevándolos a su hogar, les dio de comer, y se regocijó grandemente por haber creído en Dios con todos los suyos. (Hechos 16:34)
Crispo, el oficial (principal) de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa. También muchos de los Corintios, al oír, creían y eran bautizados. (Hechos 18:8)