Nueva Biblia Latinoamericana
que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. (Juan 1:13)
El Verbo (La Palabra) se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito (único) del Padre, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14)
Juan dio testimonio de El y clamó: "Este era del que yo decía: 'El que viene después de mí, es antes de mí (tiene un rango más elevado que yo), porque era primero que yo.'" (Juan 1:15)
Pues de Su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.
Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo (Jesús el Mesías). (Juan 1:17)
Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El Lo ha dado a conocer. (Juan 1:18)
Este es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron sacerdotes y Levitas de Jerusalén (Ciudad de Paz) a preguntarle: "¿Quién eres tú?" (Juan 1:19)

Otras publicaciones relacionadas con "Juan 1:16":

Dr. Roberto Miranda
Dios con nosotros
El mensaje navideño de Dios con nosotros es que Jesucristo es Dios, accesible a nuestras oraciones y peticiones, nuestro mediador que entiende y ha experimentado nuestras tentaciones y dolores. Aceptarlo como Señor y salvador es experimentar su amor y protección.


Dr. Roberto Miranda
Que no habrá siempre oscuridad...
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda destaca cómo el carácter de Dios se manifiesta a través de Jesucristo en el relato navideño, presentando cinco elementos clave. También insta al lector a invitar a Cristo a su corazón y celebrar la Navidad con la certeza de su presencia en sus vidas.


Dr. Roberto Miranda
Exaltar el nombre de Jesús
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre la importancia de exaltar y glorificar el nombre de Jesús, su autoridad divina y su relación íntima con el Padre. También enfatiza la necesidad de mantenernos fieles a la Palabra de Dios y buscar una relación íntima con Él a través de la oración y el estudio de la Biblia.


Dr. Roberto Miranda
La verdadera naturaleza de Jesucristo
Artículo del Dr. Roberto Miranda sobre la importancia de defender la deidad de Jesucristo en la fe cristiana.


Samuel Acevedo
El pecado y la gracia
Reflexión sobre el equilibrio entre el pecado y la gracia de Dios en la Primera epístola de Juan y cómo reconocer nuestra necesidad de Jesucristo como abogado para experimentar la gracia y la presencia de Dios en nuestras vidas.


Juan 1:16 - Referencia Cruzada

Al ver esto, Pedro dijo al pueblo: "Hombres de Israel, ¿por qué se maravillan de esto, o por qué nos miran así, como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar? (Hechos 3:12)
La Ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia, (Romanos 5:20)
y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios. (Efesios 3:19)
en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. (Colosenses 2:3)
porque Yo les daré a ustedes palabras y sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. (Lucas 21:15)
Pero Juan trató de impedirlo, diciendo: "Yo necesito ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí?" (Mateo 3:14)
Yo soy la vid verdadera, y Mi Padre es el viñador. (Juan 15:1)
Yo, en verdad, los bautizo a ustedes con agua para arrepentimiento, pero Aquél que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitar las sandalias; El los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. (Mateo 3:11)
Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. (Mateo 13:12)
para alabanza de la gloria de Su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado. (Efesios 1:6)
procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. (1 Pedro 1:11)
Porque Aquél a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, pues El da el Espíritu sin medida. (Juan 3:34)
Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia de Dios que les fue dada en Cristo Jesús. (1 Corintios 1:4)
Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El, (Colosenses 2:9)
según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con Su sangre: Que la gracia y la paz les sean multiplicadas a ustedes. (1 Pedro 1:2)
aun cuando estábamos muertos en (a causa de) nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados), (Efesios 2:5)
Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo. (Efesios 4:7)
la cual es Su cuerpo, la plenitud de Aquél que lo llena todo en todo. (Efesios 1:23)
por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. (Romanos 5:2)
¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, te convertirás en llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de "¡Gracia, gracia a ella!"'" (Zacarías 4:7)
Porque si por la transgresión de un hombre, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de un Hombre, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. (Romanos 5:17)
Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El. (Romanos 8:9)
Porque agradó al Padre que en El habitara toda la plenitud (de la Deidad), (Colosenses 1:19)