Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras, (Lucas 24:45)

y les dijo: "Así está escrito, que el Cristo (el Mesías) padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día; (Lucas 24:46)

y que en Su nombre se predicará el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. (Lucas 24:47)

Ustedes son testigos de estas cosas.

Por tanto, Yo enviaré sobre ustedes la promesa de Mi Padre; pero ustedes, permanezcan en la ciudad hasta que sean investidos con poder de lo alto." (Lucas 24:49)

Entonces Jesús los condujo fuera de la ciudad, hasta cerca de Betania, y alzando Sus manos, los bendijo. (Lucas 24:50)

Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo. (Lucas 24:51)

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Los requisitos del milagro
En este artículo, el autor reflexiona sobre el primer milagro formal registrado en la Biblia después de la ascensión de Cristo, donde Pedro y Juan sanan a un paralítico en el templo en el nombre de Jesús. Se enfatiza la importancia de cultivar la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, poner la fe en Jesucristo y no en los hombres o iglesias, y la necesidad de una iglesia activa y evangelística para atraer a otros a Cristo. El autor también reflexiona sobre el concepto de la restauración de todas las cosas y cómo esto puede ser una señal de que aún queda mucho trabajo por hacer en la tierra antes de que Cristo regrese.

Lucas 24:48 - Referencia Cruzada

y por muchos días se apareció a los que habían subido con El de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son Sus testigos ante el pueblo. (Hechos 13:31)

Porque tú serás testigo Suyo a todos los hombres de lo que has visto y oído. (Hechos 22:15)

y ustedes también darán testimonio, porque han estado junto a Mí desde el principio. (Juan 15:27)

¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que la oyeron. (Hebreos 2:3)

y dieron muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. (Hechos 3:15)

pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra." (Hechos 1:8)

Y la Vida (Cristo) se manifestó. Nosotros la hemos visto, y damos testimonio y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y se manifestó a nosotros. (1 Juan 1:2)

Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y había abundante gracia sobre todos ellos. (Hechos 4:33)

Nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de los Judíos y en Jerusalén. Y también Le dieron muerte, colgándolo en una cruz (un madero). (Hechos 10:39)

no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron escogidos de antemano por Dios, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con El después que resucitó de los muertos. (Hechos 10:41)

Por tanto, a los ancianos entre ustedes, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: (1 Pedro 5:1)

A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. (Hechos 2:32)

comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día en que de entre nosotros Jesús fue recibido arriba al cielo, uno sea constituido testigo con nosotros de Su resurrección." (Hechos 1:22)

Y nosotros somos testigos (de El) de estas cosas; y también el Espíritu Santo, el cual Dios ha dado a los que Le obedecen." (Hechos 5:32)