Cuando Pilato oyó esto, preguntó si el hombre era Galileo.
(Lucas 23:6)Al saber que Jesús pertenecía a la jurisdicción de Herodes (Antipas), Lo remitió a Herodes, que también estaba en Jerusalén en aquellos días.
(Lucas 23:7)Al ver a Jesús, Herodes se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que Lo quería ver por lo que había oído hablar de El, y esperaba ver alguna señal que El hiciera.
(Lucas 23:8)Lo interrogó extensamente, pero Jesús nada le respondió.
Los principales sacerdotes y los escribas también estaban allí, y Lo acusaban con vehemencia.
(Lucas 23:10)Entonces Herodes, con sus soldados, después de tratar a Jesús con desprecio y burlarse de El, Lo vistieron con un espléndido manto. Después Herodes Lo envió de nuevo a Pilato.
(Lucas 23:11)Aquel mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.
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Lucas 23:9 - Referencia Cruzada
Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca. Como cordero que es llevado al matadero, Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, El no abrió Su boca.
(Isaías 53:7)Y El les dijo: "Vayan y díganle a ese zorro: 'Yo expulso demonios, y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día cumplo Mi propósito.'
(Lucas 13:32)y quien cuando Lo ultrajaban, no respondía ultrajando. Cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga con justicia.
(1 Pedro 2:23)Para el director del coro, para Jedutún. Salmo de David. Yo dije: "Guardaré mis caminos Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca como con mordaza Mientras el impío esté en mi presencia."
(Salmos 39:1)Mudo me he quedado, no abro la boca, Porque Tú eres el que ha obrado.
(Salmos 39:9)Pero yo, como el sordo, no oigo; Soy como el mudo que no abre la boca.
(Salmos 38:13)El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: "COMO OVEJA FUE LLEVADO AL MATADERO; Y COMO CORDERO, MUDO DELANTE DEL QUE LO TRASQUILA, NO ABRE EL SU BOCA.
(Hechos 8:32)Jesús no le respondió ni a una sola pregunta, por lo que el gobernador estaba muy asombrado.
(Mateo 27:14)No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose los despedacen a ustedes.
(Mateo 7:6)