Nueva Biblia Latinoamericana
Palpita mi corazón, mis fuerzas me abandonan, Y aun la luz de mis ojos se ha ido de mí. (Salmos 38:10)
Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis parientes se mantienen a distancia. (Salmos 38:11)
Los que buscan mi vida me tienden lazos; Los que procuran mi mal hablan de mi destrucción, Y traman traición todo el día. (Salmos 38:12)
Pero yo, como el sordo, no oigo; Soy como el mudo que no abre la boca.
Sí, soy como el hombre que no oye, Y en cuya boca no hay réplica. (Salmos 38:14)
Porque en Ti espero, oh SEÑOR; Tú responderás, Señor, Dios mío. (Salmos 38:15)
Pues dije: "Que no se alegren de mí Los que, cuando mi pie resbala, se engrandecen sobre mí." (Salmos 38:16)

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Salmos 38:13 - Referencia Cruzada

y quien cuando Lo ultrajaban, no respondía ultrajando. Cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga con justicia. (1 Pedro 2:23)
Pero el rey dijo: "¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia? Si él maldice, y si el SEÑOR le ha dicho: 'Maldice a David,' ¿quién, pues, le dirá: '¿Por qué has hecho esto?'" (2 Samuel 16:10)
Enmudecí y callé; Guardé silencio aun acerca de lo bueno, Y se agravó mi dolor. (Salmos 39:2)
Mudo me he quedado, no abro la boca, Porque Tú eres el que ha obrado. (Salmos 39:9)
Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca. Como cordero que es llevado al matadero, Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, El no abrió Su boca. (Isaías 53:7)