Nueva Biblia Latinoamericana
Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo dar muerte a Jesús, pero temían al pueblo. (Lucas 22:2)
Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que pertenecía al número de los doce apóstoles. (Lucas 22:3)
Y él fue y discutió con los principales sacerdotes y con los oficiales sobre cómo entregarles a Jesús. (Lucas 22:4)
Ellos se alegraron y convinieron en darle dinero.
El aceptó, y buscaba una oportunidad para entregar a Jesús sin hacer un escándalo. (Lucas 22:6)
Llegó el día de la Fiesta de los Panes sin Levadura en que debía sacrificarse el cordero de la Pascua. (Lucas 22:7)
Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: "Vayan y preparen la Pascua para nosotros, para que la comamos." (Lucas 22:8)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 22:5":

Alberto González Muñoz
La traición de Judas
El nombre de Judas ha desaparecido del mundo debido a su traición hacia Jesús. A pesar de su connotación negativa, Dios siempre está dispuesto a perdonar y restaurar a los corazones arrepentidos.


Dr. Roberto Miranda
Tocado por un ángel de Dios
En este artículo, el autor reflexiona sobre la importancia de pedir discernimiento a Dios para evitar el orgullo y siempre darle la gloria. También se habla de la existencia de ángeles y demonios en el mundo sobrenatural y la importancia de mantener una postura de fe incondicional ante los misterios de Dios. Se enfatiza en la historia de Pedro y la iglesia que estaba orando por él, pero no creyó que Dios lo había liberado de la cárcel cuando realmente sucedió. El autor llama a tener una fe que pueda creer en los milagros mayores que Dios puede hacer.


Lucas 22:5 - Referencia Cruzada

Entonces Judas, el que Lo había entregado, viendo que Jesús había sido condenado, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos de plata) a los principales sacerdotes y a los ancianos, (Mateo 27:3)
¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y por ganar dinero se lanzaron al error de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré. (Judas 1:11)
Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. (1 Timoteo 6:9)
Y les dije: "Si les parece bien, denme mi paga; y si no, déjenla." Y pesaron como mi salario treinta monedas de plata. (Zacarías 11:12)
Abandonando el camino recto, se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, el hijo de Beor, quien amó el pago de la iniquidad, (2 Pedro 2:15)
Entonces Pedro le contestó: "Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero. (Hechos 8:20)
En su avaricia los explotarán con palabras falsas. El juicio de ellos, desde hace mucho tiempo no está ocioso, ni su perdición dormida. (2 Pedro 2:3)
y les dijo: "¿Qué están dispuestos a darme para que yo les entregue a Jesús?" Y ellos le pesaron treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos). (Mateo 26:15)
Este, pues, con el precio de su terrible infamia (iniquidad) adquirió un terreno, y cayendo de cabeza se reventó por el medio, y todas sus entrañas se derramaron. (Hechos 1:18)