Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Pedro y Juan les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. (Hechos 8:17)
Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero, (Hechos 8:18)
y les dijo: "Denme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquél sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo." (Hechos 8:19)
Entonces Pedro le contestó: "Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero.
No tienes parte ni suerte en este asunto (esta enseñanza), porque tu corazón no es recto delante de Dios. (Hechos 8:21)
Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón. (Hechos 8:22)
Porque veo que estás en hiel de amargura y en cadena de iniquidad." (Hechos 8:23)

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Hechos 8:20 - Referencia Cruzada

Entonces Daniel respondió delante del rey: "Sean para ti tus regalos y da tus recompensas a otro. Yo leeré, sin embargo, la inscripción al rey y le daré a conocer su interpretación. (Daniel 5:17)
Todos los sedientos, vengan a las aguas; Y los que no tengan dinero, vengan, compren y coman. Vengan, compren vino y leche Sin dinero y sin costo alguno. (Isaías 55:1)
Entonces Judas, el que Lo había entregado, viendo que Jesús había sido condenado, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos de plata) a los principales sacerdotes y a los ancianos, (Mateo 27:3)
Abominación al SEÑOR son los planes perversos, Pero son puras las palabras agradables. (Proverbios 15:26)
Cuídate de que no haya pensamiento perverso en tu corazón, diciendo: 'El séptimo año, el año de remisión, está cerca,' y mires con malos ojos a tu hermano pobre, y no le des nada; porque él podrá clamar al SEÑOR contra ti, y esto te será pecado. (Deuteronomio 15:9)
Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder impedírselo a Dios?" (Hechos 11:17)
Entonces él le dijo: "¿No iba contigo mi corazón, cuando el hombre se volvió de su carro para encontrarte? ¿Acaso es tiempo de aceptar dinero y de aceptar ropa, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas? (2 Reyes 5:26)
Tienen los ojos llenos de adulterio y nunca cesan de pecar. Seducen a las almas inestables. Tienen un corazón ejercitado en la avaricia; son hijos de maldición. (2 Pedro 2:14)
Los mercaderes de estas cosas que se enriquecieron a costa de ella, se pararán lejos a causa del temor de su tormento, llorando y lamentándose, (Apocalipsis 18:15)
Cuando regresó al hombre de Dios con toda su compañía, fue y se puso delante de él, y le dijo: "Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Le ruego, pues, que reciba ahora un presente de su siervo." (2 Reyes 5:15)
¡Ay del que obtiene ganancias ilícitas para su casa, Para poner en alto su nido, Para librarse de la mano de la calamidad! (Habacuc 2:9)
Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios; de gracia recibieron, den de gracia. (Mateo 10:8)
Este, pues, con el precio de su terrible infamia (iniquidad) adquirió un terreno, y cayendo de cabeza se reventó por el medio, y todas sus entrañas se derramaron. (Hechos 1:18)
Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón. (Hechos 8:22)
Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias. (Mateo 15:19)
Su oro y su plata se han oxidado, su herrumbre será un testigo contra ustedes y consumirá su carne como fuego. Es en los últimos días que han acumulado tesoros. (Santiago 5:3)
Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán, hijo de Zera, y la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo lo que le pertenecía, y los llevaron al Valle de Acor. (Josué 7:24)
Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. (1 Timoteo 6:9)
La haré salir," declara el SEÑOR de los ejércitos,"y entrará en casa del ladrón y en casa del que jura por Mi nombre en falso; y pasará la noche dentro de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras." (Zacarías 5:4)
No traerás cosa abominable a tu casa, pues serás anatema (destruido) como ella; ciertamente la aborrecerás y la abominarás, pues es anatema. (Deuteronomio 7:26)
Todos los creyentes que eran de la circuncisión (Judíos Cristianos), que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los Gentiles, (Hechos 10:45)
Entonces Pedro les dijo: " Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo. (Hechos 2:38)