Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en Su día.
(Lucas 17:24)Pero primero es necesario que El padezca mucho y sea rechazado por esta generación.
(Lucas 17:25)Tal como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre.
(Lucas 17:26)Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
Fue lo mismo que ocurrió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;
(Lucas 17:28)pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos.
(Lucas 17:29)Lo mismo acontecerá el día en que el Hijo del Hombre sea revelado.
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Lucas 17:27 - Referencia Cruzada
Desvaría mi mente, el espanto me sobrecoge. El anochecer que anhelaba se me convirtió en terror.
(Isaías 21:4)no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado, y hayas construido buenas casas y habitado en ellas,
(Deuteronomio 8:12)Y diré a mi alma: alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete.'
(Lucas 12:19)Entonces Abigail regresó a Nabal, y éste tenía un banquete en su casa, como el banquete de un rey. Y el corazón de Nabal estaba alegre, pues estaba muy ebrio, por lo cual ella no le comunicó nada hasta el amanecer.
(1 Samuel 25:36)Sus casas están libres de temor, Y no está la vara de Dios sobre ellos.
(Job 21:9)Ahora bien, hermanos, con respecto a los tiempos y a las épocas, no tienen necesidad de que se les escriba nada.
(1 Tesalonicenses 5:1)Y sucederá que cuando el SEÑOR tu Dios te traiga a la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob, que te daría, una tierra con grandes y espléndidas ciudades que tú no edificaste,
(Deuteronomio 6:10)Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez.
(Lucas 16:19)Por eso aquel día, el Señor, DIOS de los ejércitos, los llamó a llanto y a lamento, A raparse la cabeza y a vestirse de cilicio.
(Isaías 22:12)