Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando regresaron adonde estaban los otros discípulos, vieron una gran multitud que los rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos. (Marcus 9:14)
Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacia El, Lo saludaban. (Marcus 9:15)
¿Qué discuten con ellos?" les preguntó. (Marcus 9:16)
Y uno de la multitud Le respondió: "Maestro, Te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo,
y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Dije a Tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no pudieron." (Marcus 9:18)
Jesús les dijo: "¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? ¡Traigan al muchacho!" (Marcus 9:19)
Y lo llevaron ante El. Cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y éste, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos. (Marcus 9:20)

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Marcus 9:17 - Referencia Cruzada

En ese momento un hombre de la multitud gritó: "Maestro, Te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo, (Lucas 9:38)
Cuando Jesús vio que la gente corría a reunirse, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: "Espíritu mudo y sordo, Yo te ordeno: sal de él y no vuelvas a entrar en él." (Marcus 9:25)
Entonces trajeron a Jesús un endemoniado ciego y mudo, y lo sanó, de manera que el mudo hablaba y veía. (Mateo 12:22)
Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. (Mateo 17:15)
Traían niños a Jesús para que El los tocara, pero los discípulos los reprendieron. (Marcus 10:13)
La mujer era Gentil, Sirofenicia de nacimiento; y Le rogaba que echara al demonio fuera de su hija. (Marcus 7:26)
y Le rogaba con insistencia: "Mi hijita está al borde de la muerte; Te ruego que vengas y pongas las manos sobre ella para que sane y viva." (Marcus 5:23)
Jesús estaba echando fuera un demonio que era mudo, y cuando el demonio salió, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron. (Lucas 11:14)
Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a Su encuentro y Le suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte. (Juan 4:47)