Nueva Biblia Latinoamericana
Había un joven de Belén (Casa del Pan) de Judá, de la familia de Judá, que era Levita y extranjero allí. (Jueces 17:7)
Y el hombre salió de la ciudad, de Belén de Judá, para residir donde encontrara lugar; y mientras proseguía su camino, llegó a la región montañosa de Efraín, a la casa de Micaía. (Jueces 17:8)
¿De dónde vienes?" le pregunto Micaía. "Soy un Levita de Belén de Judá," le respondió él; "y voy a residir donde encuentre lugar." (Jueces 17:9)
Entonces Micaía le dijo: "Quédate conmigo y sé padre y sacerdote para mí, y yo te daré diez monedas de plata por año, el vestido y la comida." Entonces el Levita entró.
El Levita consintió en quedarse con el hombre, y el joven fue para él como uno de sus hijos. (Jueces 17:11)
Micaía consagró al Levita, y el joven vino a ser su sacerdote, y vivió en la casa de Micaía. (Jueces 17:12)
Entonces Micaía dijo: "Ahora sé que el SEÑOR me prosperará, porque tengo un Levita por sacerdote." (Jueces 17:13)

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Jueces 17:10 - Referencia Cruzada

Ustedes Me han profanado ante Mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, dando muerte a algunos que no debían morir y dejando con vida a otros que no debían vivir, mintiendo a Mi pueblo que escucha la mentira."'" (Ezequiel 13:19)
Lo vestiré con tu túnica, Con tu cinturón lo ceñiré, Tu autoridad pondré en su mano, Y llegará a ser un padre para los habitantes de Jerusalén Y para la casa de Judá. (Isaías 22:21)
Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía la bolsa del dinero, sustraía de lo que se echaba en ella. (Juan 12:6)
Cuando Eliseo se enfermó con la enfermedad de la cual había de morir, Joás, rey de Israel, descendió a él y lloró sobre su rostro, y dijo: "¡Padre mío, padre mío, los carros de Israel y sus hombres de a caballo!" (2 Reyes 13:14)
Y el rey dijo a Hazael: "Toma un presente en tu mano y ve al encuentro del hombre de Dios y consulta al SEÑOR por medio de él, diciendo: '¿Sanaré de esta enfermedad?'" (2 Reyes 8:8)
pastoreen el rebaño de Dios entre ustedes, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero (no por ganancias deshonestas), sino con sincero deseo; (1 Pedro 5:2)
Al verlos, el rey de Israel dijo a Eliseo: "¿Los mato, padre mío? ¿Los mato?" (2 Reyes 6:21)
Ahora pues, no fueron ustedes los que me enviaron aquí, sino Dios. El me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Egipto. (Génesis 45:8)
Y todo aquél que haya quedado de tu casa vendrá y se postrará ante él por una moneda de plata o una torta de pan, y le dirá: "Asígname a uno de los oficios sacerdotales para que pueda comer un bocado de pan."'" (1 Samuel 2:36)
Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores. (1 Timoteo 6:10)
El Levita consintió en quedarse con el hombre, y el joven fue para él como uno de sus hijos. (Jueces 17:11)
y les dijo: "¿Qué están dispuestos a darme para que yo les entregue a Jesús?" Y ellos le pesaron treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos). (Mateo 26:15)
Padre era para los necesitados, Y examinaba la causa que no conocía. (Job 29:16)
Ellos le respondieron: "Calla, pon la mano sobre tu boca y ven con nosotros, y sé padre y sacerdote para nosotros. ¿Te es mejor ser sacerdote para la casa de un hombre, o ser sacerdote para una tribu y una familia de Israel?" (Jueces 18:19)