Nueva Biblia Latinoamericana
Por siete días las vestirá aquel de sus hijos que tome su lugar como sacerdote, cuando entre en la tienda de reunión para ministrar en el lugar santo. (Éxodo 29:30)
Tomarás el carnero de consagración y cocerás su carne en un lugar santo. (Éxodo 29:31)
Y Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero y el pan que está en la cesta, a la entrada de la tienda de reunión. (Éxodo 29:32)
Así comerán las cosas con las cuales se hizo expiación en la ordenación y consagración de ellos. Pero el laico no las comerá, porque son sagradas.
Si sobra algo de la carne de consagración o algo del pan hasta la mañana siguiente, quemarás al fuego lo que haya sobrado. No se comerá, porque es sagrado. (Éxodo 29:34)
Así harás, pues, a Aarón y a sus hijos, conforme a todo lo que te he mandado; por siete días los consagrarás. (Éxodo 29:35)
Cada día ofrecerás en expiación un novillo como ofrenda por el pecado. Purificarás el altar cuando hagas expiación sobre él, y lo ungirás para santificarlo. (Éxodo 29:36)

Otras publicaciones relacionadas con "Éxodo 29:33":

Dr. Roberto Miranda
Sal del campamento y lleva el vituperio de Cristo
En este artículo, el autor explica cómo el sacrificio de Cristo en la cruz es el cumplimiento de los sacrificios simbólicos del Antiguo Testamento y cómo debemos vivir una vida crucificada y sepultada, llevando el vituperio de Cristo en nuestras vidas y dando fruto de labios dignos de nuestro llamado.


Richard Booker
La fiesta de los tabernáculos
La Fiesta de los Tabernáculos es una celebración bíblica descrita en el libro de Levítico. Durante siete días, los judíos realizan rituales y sacrificios para pedir bendiciones a Dios. Jesús celebró esta fiesta y aprovechó para demostrar su poder y autoridad espiritual.


Éxodo 29:33 - Referencia Cruzada

Y ellos se juntarán contigo, y atenderán a las obligaciones de la tienda de reunión, para todo el servicio de la tienda; pero ningún extraño se acercará a ustedes. (Números 18:4)
La comerán, pues, en lugar santo, porque es la porción tuya y la porción de tus hijos de las ofrendas encendidas al SEÑOR; porque así se me ha ordenado. (Levítico 10:13)
y después de dar gracias, lo partió y dijo: "Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí." (1 Corintios 11:24)
Los que acampaban delante del tabernáculo al oriente, delante de la tienda de reunión hacia la salida del sol, eran Moisés, Aarón y sus hijos, desempeñando los deberes del santuario para cumplir la obligación de los Israelitas; pero el extraño que se acercara, moriría. (Números 3:38)
Y designarás a Aarón y a sus hijos para que se encarguen de su sacerdocio; pero el extraño que se acerque será muerto." (Números 3:10)
como recordatorio (memorial) para los Israelitas de que ningún laico (extraño), que no fuera descendiente de Aarón, debería acercarse a quemar incienso delante del SEÑOR, para que no le sucediera como a Coré y a su grupo, tal como el SEÑOR se lo había dicho por medio de Moisés. (Números 16:40)
Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que El venga. (1 Corintios 11:26)
y habló a Coré y a todo su grupo y dijo: "Mañana temprano el SEÑOR mostrará quién es de El, y quién es santo, y lo acercará a El; aquél a quien El escoja, lo acercará a El. (Números 16:5)
Pero tú y tus hijos contigo atenderán a su sacerdocio en todo lo concerniente al altar y a lo que está dentro del velo, y ministrarán. Les doy el sacerdocio como un regalo para servir, pero el extraño que se acerque morirá." (Números 18:7)
Y cuando el tabernáculo haya de ser trasladado, los Levitas lo desarmarán; y cuando el tabernáculo acampe, los Levitas lo armarán. Pero el extraño que se acerque, morirá. (Números 1:51)
Los pobres comerán y se saciarán; Los que buscan al SEÑOR, Lo alabarán. ¡Viva para siempre el corazón de ustedes! (Salmos 22:26)
Ningún extraño comerá cosa sagrada; ni huésped del sacerdote, ni jornalero comerán cosa sagrada. (Levítico 22:10)
Entonces Jesús les dijo: "En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. (Juan 6:53)