Nueva Biblia Latinoamericana
Y Jesús respondió: "No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel." (Mateo 15:24)
Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: "¡Señor, ayúdame!" (Mateo 15:25)
Y El le dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos." (Mateo 15:26)
Ella respondió: "Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos."
Entonces Jesús le dijo: "Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas." Y su hija quedó sana desde aquel momento. (Mateo 15:28)
Pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea, y subiendo al monte, se sentó allí. (Mateo 15:29)
Y vinieron a El grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a Sus pies y El los sanó; (Mateo 15:30)

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Mateo 15:27 - Referencia Cruzada

Yo sé que Tú puedes hacer todas las cosas, Y que ninguno de Tus propósitos puede ser frustado. (Job 42:2)
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: "Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; (Lucas 15:18)
Inclina Tu oído, Dios mío, y escucha. Abre Tus ojos y mira nuestras desolaciones y la ciudad sobre la cual se invoca Tu nombre. Pues no es por nuestros propios méritos que presentamos nuestras súplicas delante de Ti, sino por Tu gran compasión. (Daniel 9:18)
Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: "Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo; (Lucas 7:6)
Pero el centurión respondió: "Señor, no soy digno de que Tú entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado quedará sano. (Mateo 8:8)
Y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí. (1 Corintios 15:8)
para que ustedes sean hijos de su Padre que está en los cielos; porque El hace salir Su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. (Mateo 5:45)
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios. (Romanos 3:19)
Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: 'Dios, ten piedad de mí, pecador.' (Lucas 18:13)
A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los Gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, (Efesios 3:8)
¡De ningún modo! Antes bien, sea hallado Dios veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso; como está escrito: "PARA QUE SEAS JUSTIFICADO EN TUS PALABRAS, Y VENZAS CUANDO SEAS JUZGADO." (Romanos 3:4)
Contra Ti, contra Ti sólo he pecado, Y he hecho lo malo delante de Tus ojos, De manera que eres justo cuando hablas, Y sin reproche cuando juzgas. (Salmos 51:4)
ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; además, hasta los perros venían y le lamían las llagas. (Lucas 16:21)
y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios. (Efesios 3:19)
Pero el otro le contestó, y reprendiéndolo, dijo: "¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? (Lucas 23:40)
Porque no hay distinción entre Judío y Griego, pues el mismo Señor es Señor de todos, abundando en riquezas para todos los que Le invocan; (Romanos 10:12)
¿O es Dios el Dios de los Judíos solamente? ¿No es también el Dios de los Gentiles? Sí, también de los Gentiles, (Romanos 3:29)
Yo soy insignificante; ¿qué puedo yo responderte? Mi mano pongo sobre la boca. (Job 40:4)
Indigno soy de toda misericordia y de toda la fidelidad que has mostrado a Tu siervo. Porque con sólo mi cayado crucé este Jordán, y ahora he llegado a tener dos campamentos. (Génesis 32:10)
para que recuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu humillación, cuando Yo te haya perdonado por todo lo que has hecho," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 16:63)
aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. (1 Timoteo 1:13)