En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: "Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba.
(Juan 7:37)El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: 'De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.'"
(Juan 7:38)Pero El decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.
(Juan 7:39)Entonces algunos de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: "Verdaderamente Este es el Profeta."
Otros decían: "Este es el Cristo (el Mesías)." Pero otros decían: "¿Acaso el Cristo ha de venir de Galilea?
(Juan 7:41)¿No ha dicho la Escritura que el Cristo viene de la descendencia de David, y de Belén (Casa del Pan), la aldea de donde era David?"
(Juan 7:42)Así que surgió una división entre la multitud por causa de El.
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Juan 7:40 - Referencia Cruzada
¿Entonces, qué?" le preguntaron "¿Eres Elías?" Y él dijo: "No lo soy." "¿Eres el Profeta?" "No," respondió Juan.
(Juan 1:21)Y las multitudes contestaban: "Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea."
(Mateo 21:11)La gente, entonces, al ver la señal (el milagro) que Jesús había hecho, decían: "Verdaderamente Este es el Profeta que había de venir al mundo."
(Juan 6:14)