Nueva Biblia Latinoamericana
¡Saqueen la plata! ¡Saqueen el oro! No hay límite a los tesoros, A las riquezas de toda clase de objetos codiciables. (Nahúm 2:9)
¡Vacía está! Sí, desolada y desierta. Los corazones se derriten y las rodillas tiemblan; Hay también angustia en todo el cuerpo, Y los rostros de todos han palidecido. (Nahúm 2:10)
¿Dónde está la guarida de los leones Y el lugar donde comen los leoncillos, Donde andaban el león, la leona y su cachorro, Sin que nada los asustara? (Nahúm 2:11)
El león desgarraba lo suficiente para sus cachorros, Mataba para sus leonas, Llenaba de presa sus cuevas Y de carne desgarrada sus guaridas.
Aquí estoy contra ti," declara el SEÑOR de los ejércitos. "Quemaré y reduciré a humo tus carros, la espada devorará tus leoncillos, arrancaré de la tierra tu presa, y no se oirá más la voz de tus mensajeros." (Nahúm 2:13)
¡Ay de la ciudad sanguinaria, Toda llena de mentira y de pillaje, Que nunca cesa en su rapiña! (Nahúm 3:1)
Chasquido de látigos, Ruido del crujir de ruedas, Galopar de caballos, Y saltar de carros; (Nahúm 3:2)

Otras publicaciones relacionadas con "Nahúm 2:12":

Dr. Roberto Miranda
La viuda de Sarepta ( I Reyes 17)
En este artículo se habla sobre la importancia de tener una mentalidad de fe y confiar en el proveedor divino, así como la mayordomía y la construcción del templo de la iglesia.


Charles Spurgeon
Ninguna arma forjada contra ti prosperará
Artículo sobre la promesa divina de que ninguna arma forjada contra ti prosperará, y cómo las falsedades y calumnias se volverán en honra para los hombres buenos.


Nahúm 2:12 - Referencia Cruzada

Contra una nación impía la envío Y contra el pueblo de Mi furor la mandaré, Para que capture botín y tome despojos Y los pisotee como el lodo de las calles. (Isaías 10:6)
Como león que ansía despedazar, Como leoncillo que acecha en los escondites. (Salmos 17:12)
Me ha devorado y aplastado Nabucodonosor, rey de Babilonia, Me ha dejado como vaso vacío, Me ha tragado como un monstruo, Ha llenado su estómago de mis delicias, Me ha expulsado. (Jeremías 51:34)