Nueva Biblia Latinoamericana
Porque ambas han cometido adulterio y hay sangre en sus manos. Han cometido adulterio con sus ídolos, y aún a sus hijos, que dieron a luz para Mí, han hecho pasar por el fuego como alimento para los ídolos. (Ezequiel 23:37)
Además Me han hecho esto: han contaminado Mi santuario en ese día y han profanado Mis días de reposo. (Ezequiel 23:38)
Después de sacrificar sus hijos a sus ídolos, entraron en Mi santuario el mismo día para profanarlo. Eso fue lo que hicieron en medio de Mi casa. (Ezequiel 23:39)
Aún más, mandaron a buscar hombres que vinieran de lejos, a quienes se les envió un mensajero, y vinieron. Para ellos te bañaste, te pintaste los ojos y te ataviaste con adornos.
Luego te sentaste en un suntuoso diván ante el cual estaba preparada una mesa en la que habías puesto Mi incienso y Mi aceite. (Ezequiel 23:41)
El ruido de una multitud despreocupada se oía allí, multitud de hombres, bebedores traídos del desierto. Y pusieron brazaletes en las manos de las mujeres y hermosas coronas sobre sus cabezas. (Ezequiel 23:42)
Entonces dije acerca de aquélla que estaba consumida por sus adulterios: '¿Cometerán ahora fornicaciones con ella, estando ella así?' (Ezequiel 23:43)

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Ezequiel 23:40 - Referencia Cruzada

Has ido al rey con ungüento, Y has multiplicado tus perfumes; Has enviado tus emisarios a gran distancia, Y los has hecho descender al Seol (región de los muertos). (Isaías 57:9)
En aquel día el Señor les quitará los adornos: las ajorcas los tocados y lunetas, (Isaías 3:18)
Y tú, desolada, ¿qué harás? Aunque te vistas de escarlata, Aunque te pongas adornos de oro, Aunque te agrandes los ojos con pintura, En vano te embelleces; Te desprecian tus amantes, Sólo buscan tu vida. (Jeremías 4:30)
Y Ezequías los escuchó y les mostró toda su casa del tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara. (2 Reyes 20:13)
Y vi que ella se había contaminado; un mismo camino habían seguido las dos. (Ezequiel 23:13)
Cuando le tocaba a cada joven venir al rey Asuero, al cumplirse sus doce meses, según las ordenanzas para las mujeres, pues los días de su embellecimiento se cumplían así: seis meses con aceite de mirra y seis meses con especias y cosméticos para las mujeres, (Ester 2:12)
Estabas adornada con oro y plata, y tu vestido era de lino fino, seda y tela bordada. Comías flor de harina, miel y aceite; eras hermosa en extremo y llegaste a la realeza. (Ezequiel 16:13)
Y llegó Jehú a Jezreel, y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos, adornó su cabeza y se asomó por la ventana. (2 Reyes 9:30)
Entonces una mujer le sale al encuentro, Vestida como ramera y astuta de corazón. (Proverbios 7:10)
Lávate, pues, perfúmate y ponte tu mejor vestido y baja a la era; pero no te des a conocer al hombre hasta que haya acabado de comer y beber. (Rut 3:3)