Nueva Biblia Latinoamericana
No codiciarás la casa de tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo." (Éxodo 20:17)
Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte que humeaba. Cuando el pueblo vio aquello, temblaron, y se mantuvieron a distancia. (Éxodo 20:18)
Entonces dijeron a Moisés: "Habla tú con nosotros y escucharemos, pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos." (Éxodo 20:19)
Moisés respondió al pueblo: "No teman, porque Dios ha venido para ponerlos a prueba, y para que Su temor permanezca en ustedes, y para que no pequen."
El pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a la densa nube donde estaba Dios. (Éxodo 20:21)
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "Así dirás a los Israelitas: 'Ustedes han visto que les he hablado desde el cielo. (Éxodo 20:22)
No harán junto a Mí dioses de plata ni dioses de oro. No se los harán. (Éxodo 20:23)

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Éxodo 20:20 - Referencia Cruzada

Pero los gobernadores anteriores que me precedieron gravaban al pueblo y tomaban de ellos cuarenta siclos (456 gramos) de plata además del pan y del vino; también sus sirvientes oprimían al pueblo. Pero yo no hice así, a causa del temor de Dios. (Nehemías 5:15)
Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no Sus mandamientos. (Deuteronomio 8:2)
No seas sabio a tus propios ojos; Teme (Reverencia) al SEÑOR y apártate del mal. (Proverbios 3:7)
Con misericordia y verdad se expía la culpa, Y con el temor del SEÑOR el hombre se aparta del mal. (Proverbios 16:6)
no darás oído a las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el SEÑOR tu Dios te está probando para ver si amas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. (Deuteronomio 13:3)
El temor del (La reverencia al) SEÑOR es el principio de la sabiduría; Los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. (Proverbios 1:7)
para que temas al SEÑOR tu Dios, guardando todos Sus estatutos y Sus mandamientos que yo te ordeno, tú y tus hijos y tus nietos, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. (Deuteronomio 6:2)
Al SEÑOR de los ejércitos es a quien ustedes deben tener por santo. Sea El su temor, Y sea El su terror. (Isaías 8:13)
Ahora pues, teman (reverencien) al SEÑOR y sírvanle con integridad y con fidelidad. Quiten los dioses que sus padres sirvieron al otro lado del Río (Eufrates) y en Egipto, y sirvan al SEÑOR. (Josué 24:14)
Y Abraham respondió: "Porque me dije: Sin duda no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer. (Génesis 20:11)
Entonces Moisés clamó al SEÑOR, y el SEÑOR le mostró un árbol. El lo echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces. Y Dios les dio allí un estatuto y una ordenanza, y allí los puso a prueba. (Éxodo 15:25)
No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia. (Isaías 41:10)
Y el ángel dijo: "No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada. Porque ahora sé que temes (reverencias) a Dios, ya que no Me has rehusado tu hijo, tu único." (Génesis 22:12)
Y dijo al hombre: 'El temor (La reverencia) del Señor es sabiduría, Y apartarse del mal, inteligencia.'" (Job 28:28)
Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas (reverencies) al SEÑOR tu Dios, que andes en todos Sus caminos, que Lo ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, (Deuteronomio 10:12)
Y Samuel dijo al pueblo: "No teman; aunque ustedes han hecho todo este mal, no se aparten de seguir al SEÑOR, sino sirvan al SEÑOR con todo su corazón. (1 Samuel 12:20)
Recuerda el día que estuviste delante del SEÑOR tu Dios en Horeb, cuando el SEÑOR me dijo: 'Reúneme el pueblo para que Yo les haga oír Mis palabras, a fin de que aprendan a temerme (reverenciarme) todos los días que vivan sobre la tierra y las enseñen a sus hijos.' (Deuteronomio 4:10)
Aconteció que después de estas cosas, Dios probó a Abraham, y le dijo: "¡Abraham!" Y él respondió: "Aquí estoy." (Génesis 22:1)