Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas era como el brillo de una piedra de Tarsis. (Ezequiel 10:9)
En cuanto a su apariencia, las cuatro tenían la misma semejanza, como si una rueda estuviera dentro de la otra rueda. (Ezequiel 10:10)
Cuando andaban, se movían en las cuatro direcciones, sin volverse cuando andaban, sino que seguían la dirección en que ponían el rostro, sin volverse cuando andaban. (Ezequiel 10:11)
Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor, las ruedas de los cuatro.
A las ruedas se les llamó "torbellino," y yo lo oí. (Ezequiel 10:13)
Y cada uno de los querubines tenía cuatro caras. La primera cara era la cara de un querubín, la segunda, la cara de un hombre, la tercera, la cara de un león y la cuarta, la cara de un águila. (Ezequiel 10:14)
Entonces los querubines se levantaron. Estos eran los seres vivientes que yo había visto en el río Quebar. (Ezequiel 10:15)

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Ezequiel 10:12 - Referencia Cruzada

Delante del trono había como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. (Apocalipsis 4:6)
Los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: "SANTO, SANTO, SANTO, es EL SEÑOR DIOS, EL TODOPODEROSO, el que era, el que es y el que ha de venir." (Apocalipsis 4:8)
Sus aros eran altos e imponentes, y los aros de las cuatro ruedas estaban llenos de ojos alrededor. (Ezequiel 1:18)