Nueva Biblia Latinoamericana
Y Dios me dijo: "Hijo de hombre, levanta ahora tus ojos hacia el norte." Y levanté mis ojos hacia el norte, y vi que al norte de la puerta del altar, a la entrada estaba el ídolo de los celos. (Ezequiel 8:5)
Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen éstos, las grandes abominaciones que comete aquí la casa de Israel para que Me aleje de Mi santuario? Pero aún verás mayores abominaciones." (Ezequiel 8:6)
Después me llevó a la entrada del atrio, y miré que había un agujero en el muro. (Ezequiel 8:7)
Y me dijo: "Hijo de hombre, cava ahora en el muro." Cavé en el muro, y tenía una entrada.
Entonces me dijo: "Entra y mira las perversas abominaciones que ellos están cometiendo aquí." (Ezequiel 8:9)
Entré, pues, y miré; y vi grabados en el muro, por todo alrededor, toda clase de reptiles y bestias y cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel. (Ezequiel 8:10)
Frente a ellos estaban de pie setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel. También Jaazanías, hijo de Safán, estaba de pie entre ellos, cada uno con su incensario en la mano; y el aroma de la nube de incienso subía. (Ezequiel 8:11)

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Ezequiel 8:8 - Referencia Cruzada

¡Ay de los que van muy hondo Para esconder sus planes al SEÑOR, Y realizan sus obras en tinieblas Y dicen: "¿Quién nos ve? o ¿Quién nos conoce?" (Isaías 29:15)
También en tus faldas se halla Sangre de la vida de pobres inocentes; No los encontraste forzando la entrada. Pero a pesar de todo esto, (Jeremías 2:34)
No hay tinieblas ni densa oscuridad Donde puedan esconderse los que hacen iniquidad. (Job 34:22)
¿Podrá alguien esconderse en escondites De modo que Yo no lo vea?" declara el SEÑOR. "¿No lleno Yo los cielos y la tierra?" declara el SEÑOR. (Jeremías 23:24)
Aunque caven hasta el Seol (región de los muertos), De allí los tomará Mi mano; Y aunque suban al cielo, De allí los haré bajar. (Amós 9:2)