En medio de los seres vivientes había algo que parecía carbones encendidos en llamas, eran como antorchas que se lanzaban de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían rayos.
(Ezequiel 1:13)Y los seres vivientes corrían de un lado a otro como el fulgor del relámpago.
(Ezequiel 1:14)Miré a los seres vivientes, y vi que había una rueda en la tierra junto a cada uno de los seres vivientes de cuatro caras.
(Ezequiel 1:15)El aspecto de las ruedas y su hechura era como el brillo del crisólito, y las cuatro tenían la misma forma; su aspecto y su hechura eran como si una rueda estuviera dentro de la otra rueda.
Cuando andaban, se movían en las cuatro direcciones, sin volverse cuando andaban.
(Ezequiel 1:17)Sus aros eran altos e imponentes, y los aros de las cuatro ruedas estaban llenos de ojos alrededor.
(Ezequiel 1:18)Cuando los seres vivientes andaban, las ruedas se movían con ellos. Y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas también se levantaban.
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Ezequiel 1:16 - Referencia Cruzada
De este modo, la infinita (multiforme) sabiduría de Dios puede ser dada a conocer ahora por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,
(Efesios 3:10)El que hace grandes cosas, inescrutables, Y maravillas sin número.
(Job 9:10)¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos!
(Romanos 11:33)Tu justicia es como los montes de Dios; Tus juicios son como profundo abismo. Tú preservas, oh SEÑOR, al hombre y al animal.
(Salmos 36:6)Entonces miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas era como el brillo de una piedra de Tarsis.
(Ezequiel 10:9)Su cuerpo era como de berilo, su rostro tenía la apariencia de un relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y pies como el brillo del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.
(Daniel 10:6)y la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe. Estaban montadas en engaste de filigrana de oro.
(Éxodo 39:13)Muchas son, SEÑOR, Dios mío, las maravillas que Tú has hecho, Y muchos Tus designios para con nosotros; Nadie hay que se compare contigo; Si los anunciara, y hablara de ellos, No podrían ser enumerados.
(Salmos 40:5)