Nueva Biblia Latinoamericana
No creyeron los reyes de la tierra, Ni ninguno de los habitantes del mundo, Que el adversario y el enemigo pudieran entrar Por las Puertas de Jerusalén. (Lamentaciones 4:12)
Pero a causa de los pecados de sus profetas Y de las iniquidades de sus sacerdotes, Quienes derramaron en medio de ella La sangre de los justos, (Lamentaciones 4:13)
Vagaron ciegos por las calles, Manchados de sangre, Sin que nadie pudiera tocar sus vestidos. (Lamentaciones 4:14)
¡Apártense! ¡Inmundos!" gritaban de sí mismos. "¡Apártense, apártense, no nos toquen!" Así que huyeron y vagaron. Entre las naciones se decía: "No seguirán residiendo entre nosotros."
La presencia del SEÑOR los dispersó, No volverá a mirarlos. Ellos no honraron a los sacerdotes, Ni tuvieron piedad de los ancianos. (Lamentaciones 4:16)
Aun nuestros ojos desfallecían, Buscar ayuda fue inútil. En nuestro velar hemos aguardado A una nación incapaz de salvar. (Lamentaciones 4:17)
Ponían trampas a nuestros pasos Para que no anduviéramos por nuestras calles. Nuestro fin se acercaba, Se cumplieron nuestros días, Porque había llegado nuestro fin. (Lamentaciones 4:18)

Otras publicaciones relacionadas con "Lamentaciones 4:15":

Dr. Roberto Miranda
Dios no ha terminado de tratar con los líderes de nuestras naciones
El Dr. Roberto Miranda habla sobre el papel de la iglesia en llamar a los líderes nacionales al arrepentimiento y al acercamiento a Dios a través del temor a Él y del poder profético.


Gregory Bishop
Cuando tratan de engañarte
El pastor Gregory habla sobre la importancia de consultar a Dios antes de tomar decisiones y mantener nuestra antena espiritual puesta a través de disciplinas espirituales como la oración y la lectura de la Biblia. Además, alienta a tener un tiempo regular de comunión con Dios y a estirar los músculos espirituales a través del ayuno, viviendo por fe y no por vista.


Lamentaciones 4:15 - Referencia Cruzada

En cuanto al leproso que tenga la infección, sus vestidos estarán rasgados, el cabello de su cabeza estará descubierto, se cubrirá el bozo y gritará: '¡Inmundo, inmundo!' (Levítico 13:45)