Nueva Biblia Latinoamericana
¿No salen de la boca del Altísimo Tanto el mal como el bien? (Lamentaciones 3:38)
¿Por qué ha de quejarse el ser viviente? ¡Sea valiente frente a sus pecados! (Lamentaciones 3:39)
Examinemos nuestros caminos y escudriñémoslos, Y volvamos al SEÑOR. (Lamentaciones 3:40)
Alcemos nuestro corazón en nuestras manos Hacia Dios en los cielos.
Nosotros hemos transgredido y nos hemos rebelado; Tú no has perdonado. (Lamentaciones 3:42)
Te has cubierto de ira y nos has perseguido; Has matado y no has perdonado. (Lamentaciones 3:43)
Te has cubierto de una nube Para que no pase la oración. (Lamentaciones 3:44)

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Lamentaciones 3:41 - Referencia Cruzada

Alegra el alma de Tu siervo, Porque a Ti, oh Señor, elevo mi alma. (Salmos 86:4)
Escucha la voz de mis súplicas cuando a Ti pido auxilio; Cuando levanto mis manos hacia el Lugar Santísimo de Tu santuario. (Salmos 28:2)
Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirles no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegaron a ser muy amados para nosotros. (1 Tesalonicenses 2:8)
Así Te bendeciré mientras viva, En Tu nombre alzaré mis manos. (Salmos 63:4)
Salmo de David. A Ti, oh SEÑOR, elevo mi alma. (Salmos 25:1)
A Ti extiendo mis manos; Mi alma Te anhela como la tierra sedienta. (Selah) (Salmos 143:6)
Sea puesta mi oración delante de Ti como incienso, El alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde. (Salmos 141:2)