Entonces vino la palabra del SEÑOR al profeta Jeremías:
(Jeremías 37:6)Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Así dirán al rey de Judá, que los envió a Mí para consultarme: "El ejército de Faraón que salió para ayudarles a ustedes, volverá a su tierra de Egipto.
(Jeremías 37:7)Y los Caldeos volverán y pelearán contra esta ciudad, la capturarán y le prenderán fuego."'
(Jeremías 37:8)Así dice el SEÑOR: 'No se engañen, diciendo: "Ciertamente los Caldeos se apartarán de nosotros," porque no se apartarán.
Pues aunque ustedes hubieran derrotado a todo el ejército de los Caldeos que peleaba contra ustedes, y sólo quedaran heridos entre ellos, se levantaría cada uno en su tienda, y prenderían fuego a esta ciudad.'"
(Jeremías 37:10)Y cuando el ejército de los Caldeos levantó el sitio de Jerusalén por causa del ejército de Faraón,
(Jeremías 37:11)Jeremías trató de salir de Jerusalén para ir a la tierra de Benjamín a tomar allí posesión de una propiedad en el pueblo.
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Jeremías 37:9 - Referencia Cruzada
Porque si alguien se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo.
(Gálatas 6:3)No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.
(Gálatas 6:7)Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: 'Que no los engañen sus profetas, que están en medio de ustedes, ni sus adivinos, ni escuchen los sueños que tienen.
(Jeremías 29:8)Que nadie los engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición.
(2 Tesalonicenses 2:3)Que nadie los engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia.
(Efesios 5:6)Jesús les respondió: "Tengan cuidado de que nadie los engañe.
(Mateo 24:4)Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.
(Santiago 1:22)La soberbia de tu corazón te ha engañado, Tú que habitas en las hendiduras de la peña, En las alturas de tu morada; Que dices en tu corazón: '¿Quién me derribará por tierra?'
(Abdías 1:3)