Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces vino la palabra del SEÑOR al profeta Jeremías: (Jeremías 37:6)
Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Así dirán al rey de Judá, que los envió a Mí para consultarme: "El ejército de Faraón que salió para ayudarles a ustedes, volverá a su tierra de Egipto. (Jeremías 37:7)
Y los Caldeos volverán y pelearán contra esta ciudad, la capturarán y le prenderán fuego."' (Jeremías 37:8)
Así dice el SEÑOR: 'No se engañen, diciendo: "Ciertamente los Caldeos se apartarán de nosotros," porque no se apartarán.
Pues aunque ustedes hubieran derrotado a todo el ejército de los Caldeos que peleaba contra ustedes, y sólo quedaran heridos entre ellos, se levantaría cada uno en su tienda, y prenderían fuego a esta ciudad.'" (Jeremías 37:10)
Y cuando el ejército de los Caldeos levantó el sitio de Jerusalén por causa del ejército de Faraón, (Jeremías 37:11)
Jeremías trató de salir de Jerusalén para ir a la tierra de Benjamín a tomar allí posesión de una propiedad en el pueblo. (Jeremías 37:12)

Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 37:9":

Dr. Roberto Miranda
Cuando Dios da una Palabra se cumplirá en todos los sentidos
Artículo sobre la importancia de creer en las palabras proféticas de Dios y cómo estas se cumplen, incluso en momentos de incredulidad y sufrimiento espiritual. Se habla de un gran mover profético que traerá una cosecha de almas y bendición a las naciones, y cómo la Palabra de la Iglesia será un poderoso rompe cercos del enemigo.


Dr. Roberto Miranda
Jeremías 29
Reflexión sobre la carta que Dios envía a los judíos exiliados en Babilonia en Jeremías 29, y cómo podemos aplicar sus enseñanzas a nuestra vida cristiana.


Jeremías 37:9 - Referencia Cruzada

Porque si alguien se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. (Gálatas 6:3)
No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. (Gálatas 6:7)
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: 'Que no los engañen sus profetas, que están en medio de ustedes, ni sus adivinos, ni escuchen los sueños que tienen. (Jeremías 29:8)
Que nadie los engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición. (2 Tesalonicenses 2:3)
Que nadie los engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. (Efesios 5:6)
Jesús les respondió: "Tengan cuidado de que nadie los engañe. (Mateo 24:4)
Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. (Santiago 1:22)
La soberbia de tu corazón te ha engañado, Tú que habitas en las hendiduras de la peña, En las alturas de tu morada; Que dices en tu corazón: '¿Quién me derribará por tierra?' (Abdías 1:3)