Nueva Biblia Latinoamericana
y de no edificarnos casa en donde morar, y de no tener viña, ni campo, ni siembra. (Jeremías 35:9)
Hemos habitado solamente en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todo lo que nos mandó nuestro padre Jonadab. (Jeremías 35:10)
Pero sucedió que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra la tierra, dijimos: 'Vengan y huyamos a Jerusalén ante el ejército de los Caldeos y ante el ejército de los Arameos.' Por eso habitamos en Jerusalén." (Jeremías 35:11)
Entonces vino palabra del SEÑOR a Jeremías:
Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: 'Ve y dile a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: "¿No aprenderán a escuchar Mis palabras?" declara el SEÑOR. (Jeremías 35:13)
Las palabras de Jonadab, hijo de Recab, que mandó a sus hijos de no beber vino, son guardadas. Por eso no beben vino hasta hoy, porque han obedecido el mandato de su padre. Pero Yo he hablado a ustedes repetidas veces, con todo no Me han escuchado. (Jeremías 35:14)
También les he enviado a todos Mis siervos los profetas, enviándolos repetidas veces, a decirles: 'Vuélvase ahora cada uno de su mal camino, enmienden sus obras y no vayan tras otros dioses para adorarlos, y habitarán en la tierra que les he dado, a ustedes y a sus padres; pero no me prestaron atención, ni Me escucharon. (Jeremías 35:15)

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