Y Hanamel, hijo de mi tío, vino a verme al patio de la guardia conforme a la palabra del SEÑOR, y me dijo: 'Te ruego que compres el campo que tengo en Anatot, que está en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de posesión y el rescate es tuyo; cómpralo para ti.' Entonces supe que ésta era la palabra del SEÑOR.
(Jeremías 32:8)Así que compré a Hanamel, hijo de mi tío, el campo que estaba en Anatot, y le pesé la plata, diecisiete siclos (194 gramos) de plata.
(Jeremías 32:9)Firmé la escritura y la sellé, llamé testigos y pesé la plata en la balanza.
(Jeremías 32:10)Luego tomé la escritura de compra, la copia sellada con los términos y condiciones, y también la copia abierta;
y entregué la escritura de compra a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, en presencia de Hanamel, hijo de mi tío, en presencia de los testigos que firmaron la escritura de compra y en presencia de todos los Judíos que se encontraban en el patio de la guardia.
(Jeremías 32:12)Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Toma estas escrituras, esta escritura de compra sellada y esta escritura abierta, y ponlas en una vasija de barro para que duren mucho tiempo."
(Jeremías 32:14)Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 32:11":
Jeremías 32:11 - Referencia Cruzada
sobre todo, porque es experto en todas las costumbres y controversias entre los Judíos. Por lo cual le ruego que me escuche con paciencia.
(Hechos 26:3)Pero si alguien parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios.
(1 Corintios 11:16)Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús Lo trajeron para cumplir por El el rito de la Ley,
(Lucas 2:27)