Entonces Jeremías dijo: "Vino a mí la palabra del SEÑOR y me dijo:
(Jeremías 32:6)Hanamel, hijo de tu tío Salum, viene a verte y te dirá: "Cómprate el campo que tengo en Anatot, porque tú tienes el derecho de rescate para comprarlo."'
(Jeremías 32:7)Y Hanamel, hijo de mi tío, vino a verme al patio de la guardia conforme a la palabra del SEÑOR, y me dijo: 'Te ruego que compres el campo que tengo en Anatot, que está en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de posesión y el rescate es tuyo; cómpralo para ti.' Entonces supe que ésta era la palabra del SEÑOR.
(Jeremías 32:8)Así que compré a Hanamel, hijo de mi tío, el campo que estaba en Anatot, y le pesé la plata, diecisiete siclos (194 gramos) de plata.
Firmé la escritura y la sellé, llamé testigos y pesé la plata en la balanza.
(Jeremías 32:10)Luego tomé la escritura de compra, la copia sellada con los términos y condiciones, y también la copia abierta;
(Jeremías 32:11)y entregué la escritura de compra a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, en presencia de Hanamel, hijo de mi tío, en presencia de los testigos que firmaron la escritura de compra y en presencia de todos los Judíos que se encontraban en el patio de la guardia.
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Jeremías 32:9 - Referencia Cruzada
¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, Y su salario en lo que no sacia? Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, Y se deleitará su alma en la abundancia.
(Isaías 55:2)Pasaron entonces los mercaderes Madianitas, y ellos sacaron a José, subiéndolo del pozo, y vendieron a José a los Ismaelitas por veinte monedas de plata. Y éstos se llevaron a José a Egipto.
(Génesis 37:28)Cuando el rey pasaba, clamó al rey y dijo: "Su siervo fue al centro de la batalla; y allí, un hombre se apartó de las filas y me trajo a uno, y me dijo: 'Guarda a este hombre; si por alguna razón llega a faltar, entonces tu vida responderá por su vida o pagarás 34 kilos de plata.'
(1 Reyes 20:39)Y les dije: "Si les parece bien, denme mi paga; y si no, déjenla." Y pesaron como mi salario treinta monedas de plata.
(Zacarías 11:12)Señor mío, escúcheme: una tierra que vale 400 siclos (4.56 kilos) de plata, ¿qué es eso entre usted y yo? Sepulte, pues, a su difunta."
(Génesis 23:15)Si al rey le parece bien, que se decrete que sean destruidos, y yo pagaré 340 toneladas de plata en manos de los que manejan los negocios del rey, para que los pongan en los tesoros del rey.
(Ester 3:9)La compré, pues, para mí por 15 siclos (171 gr) de plata y 330 litros de cebada.
(Oseas 3:2)