Nueva Biblia Latinoamericana
Y son silenciados los rebaños apacibles A causa de la ardiente ira del SEÑOR. (Jeremías 25:37)
El ha abandonado como un león Su guarida, Porque su tierra se ha convertido en horror Por el furor de la espada opresora, Y a causa de Su ardiente ira." (Jeremías 25:38)
Al comienzo del reinado de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra del SEÑOR: (Jeremías 26:1)
Así dice el SEÑOR: 'Ponte en el atrio de la casa del SEÑOR, y habla a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del SEÑOR, todas las palabras que te he mandado decirles. No omitas ni una palabra.
Tal vez escuchen y cada uno se vuelva de su mal camino, y Yo me arrepienta del mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus obras.' (Jeremías 26:3)
Tú les dirás: 'Así dice el SEÑOR: "Si no Me escuchan, para andar en Mi ley que he puesto delante de ustedes, (Jeremías 26:4)
para que escuchen las palabras de Mis siervos los profetas que les he enviado repetidas veces, pero no los han escuchado, (Jeremías 26:5)

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Jeremías 26:2 - Referencia Cruzada

enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden (he aquí)! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:20)
Y si alguien quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa descritos en este libro. (Apocalipsis 22:19)
Clama a voz en cuello, no te detengas. Alza tu voz como trompeta, Declara a Mi pueblo su transgresión Y a la casa de Jacob sus pecados. (Isaías 58:1)
Entonces Jeremías volvió de Tofet, adonde lo había enviado el SEÑOR a profetizar, y poniéndose en pie en el atrio de la casa del SEÑOR, dijo a todo el pueblo: (Jeremías 19:14)
pues no rehuí declararles todo el propósito de Dios. (Hechos 20:27)
Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada. El se puso en pie, en un lugar más alto que el pueblo, y les dijo: "Así ha dicho Dios: '¿Por qué quebrantan ustedes los mandamientos del SEÑOR y no prosperan ? Por haber abandonado al SEÑOR, El también los ha abandonado.'" (2 Crónicas 24:20)
Al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a El; y sentándose, les enseñaba. (Juan 8:2)
Cuidarás de hacer todo lo que te mando; nada le añadirás ni le quitarás. (Deuteronomio 12:32)
Ustedes no añadirán nada a la palabra que yo les mando, ni quitarán nada de ella, para que guarden los mandamientos del SEÑOR su Dios que yo les mando. (Deuteronomio 4:2)
Hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel. Cuando oigas la palabra de Mi boca, adviérteles de Mi parte. (Ezequiel 3:17)
Vayan, preséntense en el templo, y hablen al pueblo todo el mensaje (todas las palabras) de esta Vida (la Vida eterna que Cristo reveló)." (Hechos 5:20)
Pero alguien se presentó y les informó: "Miren, los hombres que pusieron en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo." (Hechos 5:25)
Jesús enseñaba diariamente en el templo. Pero los principales sacerdotes, los escribas y los más prominentes del pueblo procuraban matar a Jesús; (Lucas 19:47)
Entonces el profeta Jeremías les dijo: "Los he oído. Voy a orar al SEÑOR su Dios conforme a sus palabras, y todas las palabras que el SEÑOR les responda, yo se las declararé. No les ocultaré palabra alguna." (Jeremías 42:4)
Además me dijo: "Hijo de hombre, recibe en tu corazón todas Mis palabras que Yo te hablo, y escúchalas atentamente. (Ezequiel 3:10)
Durante el día Jesús enseñaba en el templo, pero al oscurecer salía y pasaba la noche en el monte llamado de los Olivos. (Lucas 21:37)
Jesús le respondió: "Yo he hablado al mundo públicamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los Judíos, y nada he hablado en secreto. (Juan 18:20)
Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y proclamar el evangelio (las buenas nuevas) de Jesús como el Cristo (el Mesías). (Hechos 5:42)
Bien saben cómo no rehuí declararles a ustedes nada que fuera útil, y de enseñarles públicamente y de casa en casa, (Hechos 20:20)
Párate a la puerta de la casa del SEÑOR y proclama allí esta palabra, y di: 'Oigan la palabra del SEÑOR, todos los de Judá, los que entran por estas puertas para adorar al SEÑOR.'" (Jeremías 7:2)
El profeta que tenga un sueño, que cuente su sueño, pero el que tenga Mi palabra, que hable Mi palabra con fidelidad. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano?" declara el SEÑOR. (Jeremías 23:28)
Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías a oídos de todo el pueblo en la casa del SEÑOR, en la cámara de Gemarías, hijo del escriba Safán, en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva de la casa del SEÑOR. (Jeremías 36:10)
Tú, pues, prepárate, Levántate y diles todo lo que Yo te mande. No temas ante ellos, No sea que Yo te infunda temor delante de ellos. (Jeremías 1:17)