Nueva Biblia Latinoamericana
La ciudad estuvo sitiada hasta el undécimo año del rey Sedequías. (2 Reyes 25:2)
A los nueve días del mes cuarto el hambre era tan grande en la ciudad que no había alimento para la población. (2 Reyes 25:3)
Y al ser abierta una brecha en la ciudad, todos los hombres de guerra huyeron de noche por el camino de la puerta entre las dos murallas, junto al jardín del rey, estando los Caldeos alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá. (2 Reyes 25:4)
Pero el ejército de los Caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado.
Entonces capturaron al rey y lo trajeron al rey de Babilonia en Ribla, y éste lo sentenció. (2 Reyes 25:6)
Y degollaron a los hijos de Sedequías en su presencia, y a Sedequías le sacó los ojos, lo ató con cadenas de bronce y lo llevó a Babilonia. (2 Reyes 25:7)
En el mes quinto, a los siete días del mes, en el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia. (2 Reyes 25:8)

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2 Reyes 25:5 - Referencia Cruzada

Pero el ejército de los Caldeos persiguió al rey y alcanzó a Sedequías en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado. (Jeremías 52:8)
Pero como a los higos malos que de podridos no se pueden comer,' así dice el SEÑOR, 'de la misma manera abandonaré a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales, al remanente de Jerusalén que queda en esta tierra y a los que habitan en la tierra de Egipto. (Jeremías 24:8)
Pero el ejército de los Caldeos los persiguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; lo apresaron y lo llevaron a Ribla en la tierra de Hamat, donde Nabucodonosor, rey de Babilonia, dictó sentencia contra él. (Jeremías 39:5)
Y dijeron: "No, porque huiremos a caballo." Por tanto, huirán. Y: "Sobre corceles veloces cabalgaremos." Por tanto, serán veloces los que los persigan. (Isaías 30:16)
La huida le fallará al ligero, Y el fuerte no fortalecerá su poder, Ni el valiente salvará su vida. (Amós 2:14)