Entonces descendí a la casa del alfarero, y allí estaba él, haciendo un trabajo sobre la rueda.
(Jeremías 18:3)Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla.
(Jeremías 18:4)¿Acaso no puedo Yo hacer con ustedes, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero?" declara el SEÑOR. "Tal como el barro en manos del alfarero, así son ustedes en Mi mano, casa de Israel.
En un momento Yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir;
(Jeremías 18:7)pero si esa nación contra la que he hablado se vuelve de su maldad, me arrepentiré del mal que pensaba traer sobre ella.
(Jeremías 18:8)O en otro momento, puedo hablar acerca de una nación o de un reino, de edificar y de plantar;
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Jeremías 18:6 - Referencia Cruzada
¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo que es mío? ¿O es tu ojo malo porque yo soy bueno?'
(Mateo 20:15)Pero ahora, oh SEÑOR, Tú eres nuestro Padre, Nosotros el barro, y Tú nuestro alfarero; Obra de Tus manos somos todos nosotros.
(Isaías 64:8)¡Ay del que contiende con su Hacedor! ¡el tiesto entre los tiestos de tierra! ¿Dirá el barro al alfarero: 'Qué haces'? ¿O tu obra dirá: 'El no tiene manos'?
(Isaías 45:9)En cuanto al vigilante, al santo que el rey vio, que descendía del cielo y decía: "Derriben el árbol y destrúyanlo, pero dejen el tocón con sus raíces en la tierra, con ataduras de hierro y bronce en la hierba del campo, y que se empape con el rocío del cielo, y que comparta con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete años (tiempos),"
(Daniel 4:23)Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: "Por qué me hiciste así?"
(Romanos 9:20)Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla.
(Jeremías 18:4)Pues, ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR? ¿O QUIEN LLEGO A SER SU CONSEJERO?
(Romanos 11:34)