Vendrán de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín, de la tierra baja, de la región montañosa y del Neguev (región del sur), trayendo holocaustos, sacrificios, ofrendas de grano e incienso, y trayendo sacrificios de acción de gracias a la casa del SEÑOR.
(Jeremías 17:26)Pero si no Me escuchan en cuanto a santificar el día de reposo, y traen carga y entran por las Puertas de Jerusalén en día de reposo, entonces prenderé fuego a sus puertas, que consumirá los palacios (las fortalezas) de Jerusalén, y no se apagará."'"
(Jeremías 17:27)Levántate y desciende a la casa del alfarero, y allí te anunciaré Mis palabras."
Entonces descendí a la casa del alfarero, y allí estaba él, haciendo un trabajo sobre la rueda.
(Jeremías 18:3)Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla.
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Jeremías 18:2 - Referencia Cruzada
Pero si ellos hubieran estado en Mi consejo, Habrían hecho oír Mis palabras a Mi pueblo, Y lo habrían hecho volver de su mal camino Y de la maldad de sus obras.
(Jeremías 23:22)En aquel tiempo el SEÑOR habló por medio de Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: "Ve y quítate el cilicio de tus lomos, y desata las sandalias de tus pies." Así lo hizo Isaías, y anduvo desnudo y descalzo.
(Isaías 20:2)Esto El me mostró: El Señor estaba junto a un muro hecho a plomo, y tenía en Su mano una plomada.
(Amós 7:7)levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer."
(Hechos 9:6)Así me dijo el SEÑOR: "Ve y cómprate un cinturón de lino y póntelo en la cintura, pero no lo metas en agua."
(Jeremías 13:1)Así dijo el SEÑOR: "Ve y compra una vasija de barro de un alfarero, y toma contigo a algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos de los sacerdotes.
(Jeremías 19:1)Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas,
(Hebreos 1:1)Y tú, hijo de hombre, toma una tableta de barro, ponla delante de ti y graba en ella una ciudad, Jerusalén.
(Ezequiel 4:1)