Así me dijo el SEÑOR: "Ve y cómprate un cinturón de lino y póntelo en la cintura, pero no lo metas en agua."
(Jeremías 13:1)Compré, pues, el cinturón conforme a la palabra del SEÑOR, y me lo puse en la cintura.
(Jeremías 13:2)Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR por segunda vez:
(Jeremías 13:3)Toma el cinturón que has comprado, que llevas a la cintura, y levántate, vete al Eufrates y escóndelo allá en una hendidura de la peña."
Fui, pues, y lo escondí junto al Eufrates como el SEÑOR me había mandado.
(Jeremías 13:5)Después de muchos días el SEÑOR me dijo: "Levántate, vete al Eufrates y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá."
(Jeremías 13:6)Fui, pues, al Eufrates y cavé, tomé el cinturón del lugar donde lo había escondido, y resultó que el cinturón estaba podrido; no servía para nada.
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Jeremías 13:4 - Referencia Cruzada
Y tan pronto termines de leer este rollo, le atarás una piedra y lo arrojarás en medio del Eufrates,
(Jeremías 51:63)Junto a los ríos de Babilonia, Nos sentábamos y llorábamos Al acordarnos de Sion.
(Salmos 137:1)Retuércete y gime, Hija de Sion, Como mujer de parto, Porque ahora saldrás de la ciudad Y habitarás en el campo, E irás hasta Babilonia. Allí serás rescatada, Allí te redimirá el SEÑOR De la mano de tus enemigos.
(Miqueas 4:10)