Nueva Biblia Latinoamericana
Yo, Yo he hablado, en verdad lo he llamado, Lo he traído; y su camino prosperará. (Isaías 48:15)
Acérquense a Mí, escuchen esto: Desde el principio no he hablado en secreto, Desde el momento en que sucedió, allí estaba Yo. Y ahora Me ha enviado el Señor DIOS, y Su Espíritu." (Isaías 48:16)
Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: "Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para tu beneficio, Que te conduce por el camino en que debes andar. (Isaías 48:17)
¡Si tan sólo hubieras atendido a Mis mandamientos! Entonces habría sido tu paz como un río, Y tu justicia como las olas del mar.
Sería como la arena tu descendencia, Y tus hijos como sus granos. Nunca habría sido cortado ni borrado su nombre de Mi presencia." (Isaías 48:19)
Salgan de Babilonia, huyan de los Caldeos; Con voz de júbilo anuncien, proclamen esto, Publíquenlo hasta los confines de la tierra; Digan: "El SEÑOR ha redimido a Su siervo Jacob." (Isaías 48:20)
No padecieron sed cuando El los condujo por los desiertos. Hizo que brotara agua de la roca para ellos, Partió la peña, y las aguas corrieron. (Isaías 48:21)

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Isaías 48:18 - Referencia Cruzada

Cuando Jesús se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella, (Lucas 19:41)
¡Oh si ellos tuvieran tal corazón que Me temieran, y guardaran siempre todos Mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre! (Deuteronomio 5:29)
Mucha paz tienen los que aman Tu ley, Y nada los hace tropezar. (Salmos 119:165)
Porque así dice el SEÑOR: "Yo extiendo hacia ella paz como un río, Y la gloria de las naciones como torrente desbordado. Y ustedes mamarán, serán llevados sobre la cadera y acariciados sobre las rodillas. (Isaías 66:12)
Hasta que se derrame sobre nosotros el Espíritu desde lo alto, El desierto se convierta en campo fértil Y el campo fértil sea considerado como bosque. (Isaías 32:15)
Destilen, oh cielos, desde lo alto, Y derramen justicia las nubes; ábrase la tierra y dé fruto la salvación, Y brote la justicia con ella. Yo, el SEÑOR, lo he creado. (Isaías 45:8)
¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! (Mateo 23:37)
Ojalá que fueran sabios, que comprendieran esto, Que comprendieran su futuro. (Deuteronomio 32:29)
Pero corra el juicio como las aguas Y la justicia como una corriente inagotable. (Amós 5:24)
Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo. (Romanos 14:17)
Se sacian de la abundancia de Tu casa, Y les das a beber del río de Tus delicias. (Salmos 36:8)
¡Oh, si Mi pueblo me oyera, Si Israel anduviera en Mis caminos! (Salmos 81:13)