Nueva Biblia Latinoamericana
Yo digo: 'Tu consejo y poderío para la guerra sólo son palabras vacías.' Ahora pues, ¿en quién confías que te has rebelado contra mí? (Isaías 36:5)
Yo sé que tú confías en el báculo de esta caña quebrada, es decir, en Egipto, en el cual, si un hombre se apoya, penetrará en su mano y la traspasará. Así es Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él. (Isaías 36:6)
Pero si me dicen: 'Nosotros confiamos en el SEÑOR nuestro Dios,' ¿no es El aquél cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado y ha dicho a Judá y a Jerusalén: 'Adoren delante de este altar'? (Isaías 36:7)
Ahora pues, te ruego que llegues a un acuerdo con mi señor el rey de Asiria, y yo te daré 2,000 caballos, si por tu parte puedes poner jinetes sobre ellos.
¿Cómo, pues, puedes rechazar a un oficial de los menores de los siervos de mi señor, y confiar en Egipto para tener carros y hombres de a caballo? (Isaías 36:9)
¿He subido ahora sin el consentimiento del SEÑOR contra esta tierra para destruirla? El SEÑOR me dijo: 'Sube contra esta tierra y destrúyela.'"'" (Isaías 36:10)
Entonces Eliaquim, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: "Le rogamos que usted hable a sus siervos en Arameo porque nosotros lo entendemos, y no nos hable en la lengua de Judá (Hebreo) a oídos del pueblo que está sobre la muralla." (Isaías 36:11)

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Isaías 36:8 - Referencia Cruzada

Ten piedad de nosotros, oh SEÑOR, ten piedad de nosotros, Porque ya no soportamos el desprecio. (Salmos 123:3)
Entonces dijo: "Si en paz han salido, préndanlos vivos; o si en guerra han salido, préndanlos vivos." (1 Reyes 20:18)
Y Ben Adad envió a decirle: "Así me hagan los dioses y aun me añadan, si el polvo de Samaria bastará para llenar las manos de todo el pueblo que me sigue." (1 Reyes 20:10)
Tomó todo el oro, la plata y todos los utensilios que se encontraban en la casa del SEÑOR y en los tesoros de la casa del rey, también los rehenes; y volvió a Samaria. (2 Reyes 14:14)
Porque ha dicho: "Con el poder de mi mano lo hice, Y con mi sabiduría, pues tengo entendimiento. Quité las fronteras de los pueblos, Saqueé sus tesoros, Y como hombre fuerte abatí a sus habitantes. (Isaías 10:13)
Algunos confían en carros y otros en caballos, Pero nosotros en el nombre del SEÑOR nuestro Dios confiaremos. (Salmos 20:7)
y tomando su cayado en la mano, escogió del arroyo cinco piedras lisas y las puso en el saco de pastor que traía, en el zurrón, y con la honda en la mano se acercó al Filisteo. (1 Samuel 17:40)
habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria, y dijo: "¿Qué hacen estos débiles Judíos? ¿La restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aun las quemadas?" (Nehemías 4:2)
Ahora pues, te ruego que llegues a un acuerdo con mi señor el rey de Asiria, y yo te daré 2,000 caballos, si por tu parte puedes poner jinetes sobre ellos. (2 Reyes 18:23)