Al estruendo del tumulto los pueblos huyen; Al levantarte Tú, las naciones se dispersan.
(Isaías 33:3)
Se recoge el botín como recoge la oruga, Se lanzan sobre él como se lanzan las langostas.
(Isaías 33:4)
Exaltado es el SEÑOR, pues mora en lo alto; Ha llenado a Sion de derecho y de justicia.
(Isaías 33:5)
El será la seguridad de tus tiempos, Abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; El temor del SEÑOR es tu tesoro.
Miren cómo sus valientes claman en las calles, Los mensajeros de paz lloran amargamente.
(Isaías 33:7)
Las calzadas están desiertas, el viajero ya no pasa. Ha quebrantado el pacto, ha despreciado las ciudades, No tiene en estima al hombre.
(Isaías 33:8)
La tierra está de duelo y desfallece, El Líbano está avergonzado y se marchita. Sarón es como una llanura desierta, Y pierden su follaje Basán y el Carmelo.
(Isaías 33:9)
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Isaías 33:6 - Referencia Cruzada
Con sabiduría se edifica una casa, Y con prudencia se afianza;
(Proverbios 24:3)
El rey con la justicia afianza la tierra, Pero el hombre que acepta soborno la destruye.
(Proverbios 29:4)
El temor del SEÑOR es fuente de vida, Para evadir los lazos de la muerte.
(Proverbios 14:27)
Cual león rugiente y oso agresivo Es el gobernante perverso sobre el pueblo pobre.
(Proverbios 28:15)
Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿De quién tendré temor?
(Salmos 27:1)
Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento.
(1 Timoteo 6:6)
En Tu majestad cabalga en triunfo, Por la causa de la verdad, de la humildad y de la justicia; Que Tu diestra Te enseñe cosas tremendas.
(Salmos 45:4)
Oh DIOS, Señor, poder de mi salvación, Tú cubriste mi cabeza en el día de la batalla.
(Salmos 140:7)
El temor del SEÑOR conduce a la vida, Para poder dormir satisfecho, sin ser tocado por el mal.
(Proverbios 19:23)
como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque poseyéndolo todo.
(2 Corintios 6:10)
¡Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SEÑOR, Que mucho se deleita en Sus mandamientos.
(Salmos 112:1)
Por la transgresión de la tierra, muchos son sus príncipes; Pero por el hombre entendido y de conocimiento permanece estable.
(Proverbios 28:2)
Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
(Mateo 6:33)
Ve y dile a Ezequías: 'Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: "He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas; voy a añadir quince años a tus días.
(Isaías 38:5)
Y reposará sobre El el Espíritu del SEÑOR, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR.
(Isaías 11:2)
Ezequías tenía inmensas riquezas y honores. Hizo para sí depósitos para plata, oro, piedras preciosas, especias, escudos y toda clase de objetos de valor.
(2 Crónicas 32:27)
Porque la sabiduría protege como el dinero protege; Pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría preserva la vida de sus poseedores.
(Eclesiastés 7:12)
¿Acaso te harás rey porque compites en cedro? ¿No comió y bebió tu padre Y practicó el derecho y la justicia? Por eso le fue bien.
(Jeremías 22:15)
El SEÑOR es la fuerza de su pueblo, Y El es defensa salvadora de Su ungido.
(Salmos 28:8)
La sabiduría hace más fuerte al sabio Que diez gobernantes que haya en una ciudad.
(Eclesiastés 7:19)
Porque el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida presente y también para la futura.
(1 Timoteo 4:8)
Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, oraron sobre esto, y clamaron al cielo.
(2 Crónicas 32:20)
Mejor es poco con temor del SEÑOR, Que gran tesoro con turbación.
(Proverbios 15:16)
Había una pequeña ciudad con pocos hombres en ella. Llegó un gran rey, la cercó y construyó contra ella grandes baluartes.
(Eclesiastés 9:14)
Alcen los ojos a los cielos, Y miren la tierra abajo. Porque los cielos como humo se desvanecerán, Y la tierra como un vestido se gastará. Sus habitantes como mosquitos morirán, Pero Mi salvación será para siempre, Y Mi justicia no disminuirá.
(Isaías 51:6)