Nueva Biblia Latinoamericana
¡Cuán bienaventurados serán ustedes los que siembran junto a todas las aguas, Y dejan sueltos al buey y al asno! (Isaías 32:20)
¡Ay de ti que destruyes, Y no has sido destruido; Y de aquél que es traidor, cuando otros no actuaron con perfidia contra él! Cuando termines de destruir, serás destruido; Cuando acabes de actuar con perfidia, con perfidia actuarán contra ti. (Isaías 33:1)
Oh SEÑOR, ten piedad de nosotros; en Ti hemos esperado. Sé nuestra fortaleza cada mañana, También nuestra salvación en tiempo de angustia. (Isaías 33:2)
Al estruendo del tumulto los pueblos huyen; Al levantarte Tú, las naciones se dispersan.
Se recoge el botín como recoge la oruga, Se lanzan sobre él como se lanzan las langostas. (Isaías 33:4)
Exaltado es el SEÑOR, pues mora en lo alto; Ha llenado a Sion de derecho y de justicia. (Isaías 33:5)
El será la seguridad de tus tiempos, Abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; El temor del SEÑOR es tu tesoro. (Isaías 33:6)

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Isaías 33:3 - Referencia Cruzada

¡Ay!, bramar de muchos pueblos Que braman como el bramido de los mares; Rugir de naciones Que rugen como el rugido de violentas aguas. (Isaías 17:12)
Porque ha dicho: "Con el poder de mi mano lo hice, Y con mi sabiduría, pues tengo entendimiento. Quité las fronteras de los pueblos, Saqueé sus tesoros, Y como hombre fuerte abatí a sus habitantes. (Isaías 10:13)
Tú has oído lo que los reyes de Asiria han hecho a todas las naciones, destruyéndolas por completo, ¿y serás tú librado? (Isaías 37:11)
A causa de tu furor contra Mí, Y porque tu arrogancia ha subido hasta Mis oídos, Pondré, pues, Mi garfio en tu nariz Y Mi freno en tu boca, Y te haré volver por el camino por donde viniste. (Isaías 37:29)
Vio que no había nadie, Y se asombró de que no hubiera quien intercediera. Entonces Su brazo Le trajo salvación, Y Su justicia Lo sostuvo. (Isaías 59:16)
Hoy mismo él se detendrá en Nob. Agitará su mano contra el monte de la hija de Sion, la colina de Jerusalén. (Isaías 10:32)
Bramaron las naciones, se tambalearon los reinos; Dio El Su voz, y la tierra se derritió. (Salmos 46:6)