Nueva Biblia Latinoamericana
La obra de la justicia será paz, Y el servicio de la justicia, tranquilidad y confianza para siempre. (Isaías 32:17)
Entonces habitará mi pueblo en albergue de paz, En mansiones seguras y en lugares de reposo; (Isaías 32:18)
Aunque caiga granizo cuando el bosque caiga, Y la ciudad sea derribada por completo. (Isaías 32:19)
¡Cuán bienaventurados serán ustedes los que siembran junto a todas las aguas, Y dejan sueltos al buey y al asno!
¡Ay de ti que destruyes, Y no has sido destruido; Y de aquél que es traidor, cuando otros no actuaron con perfidia contra él! Cuando termines de destruir, serás destruido; Cuando acabes de actuar con perfidia, con perfidia actuarán contra ti. (Isaías 33:1)
Oh SEÑOR, ten piedad de nosotros; en Ti hemos esperado. Sé nuestra fortaleza cada mañana, También nuestra salvación en tiempo de angustia. (Isaías 33:2)
Al estruendo del tumulto los pueblos huyen; Al levantarte Tú, las naciones se dispersan. (Isaías 33:3)

Otras publicaciones relacionadas con "Isaías 32:20":

Andrés Cisterna
Rogad al Señor por la paz de esta ciudad
En este artículo, Andrés Cisterna nos habla de la importancia de procurar el bienestar de la ciudad en la que estamos y rogar por ella a Dios para que su paz descienda sobre nosotros. Debemos promover la justicia, la bondad y la misericordia en nuestra ciudad y levantarnos para servir a su creación en este mundo.


Eldin Villafañe
Procurad la paz de la ciudad y orad por ella
El artículo habla sobre la importancia de buscar la paz de la ciudad y orar por ella, para ser instrumentos de la luz de Cristo y recibir la bendición divina.


Eldin Villafañe
Busca la paz de la ciudad y reza por ella
En este sermón se habla sobre el concepto de tiempo en el Nuevo Testamento y se llama a buscar la paz de la ciudad en la que estamos y orar por ella, mostrando el amor de Dios a través de la caridad y las oraciones.


Isaías 32:20 - Referencia Cruzada

Se agotarán las aguas del mar, El río se secará y quedará seco. (Isaías 19:5)
Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve, Y no vuelven allá sino que riegan la tierra, Haciéndola producir y germinar, Dando semilla al sembrador y pan al que come, (Isaías 55:10)
Y El te dará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y el pan del producto de la tierra será rico y abundante. En aquel día tus ganados serán apacentados en espaciosos pastizales (praderas). (Isaías 30:23)
Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. (1 Corintios 3:6)
Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquéllos que hacen la paz. (Santiago 3:18)
Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente al número de ellos , (Hechos 5:14)
Echa tu pan sobre las aguas, Que después de muchos días lo hallarás. (Eclesiastés 11:1)
Pero muchos de los que habían oído el mensaje (la palabra) creyeron, llegando el número de los hombres como a 5,000. (Hechos 4:4)
Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas (personas). (Hechos 2:41)
Pues en la Ley de Moisés está escrito: "NO PONDRAS BOZAL AL BUEY CUANDO TRILLA." ¿Acaso le preocupan a Dios los bueyes? (1 Corintios 9:9)