Nueva Biblia Latinoamericana
Tu cuello, como torre de marfil, Tus ojos, como los estanques en Hesbón Junto a la Puerta de Bat Rabim; Tu nariz, como la torre del Líbano Que mira hacia Damasco. (Cantares 7:4)
Tu cabeza se eleva como el Monte Carmelo, Y la cabellera suelta de tu cabeza es como hilos de púrpura; El rey se ha cautivado de tus trenzas. (Cantares 7:5)
¡Qué hermosa y qué encantadora eres, Amor mío , con todos tus encantos! (Cantares 7:6)
Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos, a sus racimos.
Yo dije: 'Subiré a la palmera, Tomaré sus frutos.' ¡Sean tus pechos como racimos de la vid, El perfume de tu aliento como manzanas, (Cantares 7:8)
Y tu paladar como el mejor vino!" "Entra suavemente el vino en mi amado, Como fluye por los labios de los que se duermen. (Cantares 7:9)
Yo soy de mi amado, Y para mí es todo su deseo. (Cantares 7:10)

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Cantares 7:7 - Referencia Cruzada

El justo florecerá como la palma, Crecerá como cedro en el Líbano. (Salmos 92:12)
Tus dos pechos, como dos crías, Mellizas de una gacela Que pacen entre los lirios. (Cantares 4:5)
de manera que Cristo habite por la fe en sus corazones. También ruego que arraigados y cimentados en amor, (Efesios 3:17)
Mi amado es para mí como bolsita de mirra Que reposa toda la noche entre mis pechos. (Cantares 1:13)
Alégrense con Jerusalén y regocíjense por ella, todos los que la aman; Rebosen de júbilo con ella, todos los que por ella hacen duelo, (Isaías 66:10)
Tus dos pechos, como dos crías, Mellizas de una gacela. (Cantares 7:3)
Yo dije: 'Subiré a la palmera, Tomaré sus frutos.' ¡Sean tus pechos como racimos de la vid, El perfume de tu aliento como manzanas, (Cantares 7:8)
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. (Efesios 4:13)
Como los espantapájaros de un pepinar, Sus ídolos no hablan; Tienen que ser transportados, Porque no andan. No les tengan miedo, Porque no pueden hacer ningún mal, Ni tampoco hacer bien alguno." (Jeremías 10:5)
Tenemos una hermana pequeña, Y todavía no tiene pechos; ¿Qué haremos por nuestra hermana El día en que sea pedida? (Cantares 8:8)