Nueva Biblia Latinoamericana
Tus dientes son como rebaño de ovejas trasquiladas Que suben del lavadero, Todas tienen mellizas, Y ninguna de ellas ha perdido su cría. (Cantares 4:2)
Tus labios son como hilo de escarlata, Y tu boca, encantadora. Tus mejillas, como mitades de granada Detrás de tu velo. (Cantares 4:3)
Tu cuello, como la torre de David Edificada con hileras de piedras; Miles de escudos cuelgan de ella, Todos escudos de los valientes. (Cantares 4:4)
Tus dos pechos, como dos crías, Mellizas de una gacela Que pacen entre los lirios.
Antes de que sople la brisa del día Y huyan las sombras, Me iré al monte de la mirra Y al collado del incienso. (Cantares 4:6)
Toda tú eres hermosa, amada mía, Y no hay defecto en ti. (Cantares 4:7)
Ven conmigo desde el Líbano, esposa mía , Ven conmigo desde el Líbano. Baja desde la cumbre del Amaná, Desde la cumbre del Senir y del Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos. (Cantares 4:8)

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Cantares 4:5 - Referencia Cruzada

Yo soy de mi amado y mi amado es mío, El apacienta su rebaño entre los lirios." (Cantares 6:3)
Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos, a sus racimos. (Cantares 7:7)
Alégrense con Jerusalén y regocíjense por ella, todos los que la aman; Rebosen de júbilo con ella, todos los que por ella hacen duelo, (Isaías 66:10)
Tus dos pechos, como dos crías, Mellizas de una gacela. (Cantares 7:3)
Yo soy una muralla, y mis pechos como torres, Entonces fui a sus ojos como quien halla la paz. (Cantares 8:10)
Amante cierva y graciosa gacela; Que sus senos te satisfagan en todo tiempo, Su amor te embriague para siempre. (Proverbios 5:19)
deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcan para salvación, (1 Pedro 2:2)
Mi amado es para mí como bolsita de mirra Que reposa toda la noche entre mis pechos. (Cantares 1:13)
¡Ah, si tú fueras como mi hermano, Amamantado a los pechos de mi madre! Si te encontrara afuera, te besaría, Y no me despreciarían. (Cantares 8:1)
Mi amado es mío, y yo soy suya; él apacienta su rebaño entre los lirios. (Cantares 2:16)