Nueva Biblia Latinoamericana
El trabajo del necio lo cansa tanto Que no sabe ir a la ciudad. (Eclesiastés 10:15)
¡Ay de ti, tierra, cuyo rey es un muchacho, Y cuyos príncipes banquetean de mañana! (Eclesiastés 10:16)
Bienaventurada tú, tierra, cuyo rey es de noble cuna Y cuyos príncipes comen a su debida hora, Para fortalecerse y no para embriagarse. (Eclesiastés 10:17)
Por negligencia se hunde el techo, Y por pereza tiene goteras la casa.
Para el placer se prepara la comida, Y el vino alegra la vida, Y el dinero es la respuesta para todo. (Eclesiastés 10:19)
Ni aun en tu recámara maldigas al rey, Ni en tus alcobas maldigas al rico, Porque un ave de los cielos llevará el rumor, Y un ser alado hará conocer el asunto. (Eclesiastés 10:20)
Echa tu pan sobre las aguas, Que después de muchos días lo hallarás. (Eclesiastés 11:1)

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Eclesiastés 10:18 - Referencia Cruzada

He pasado junto al campo del perezoso Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento, (Proverbios 24:30)
Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma solicitud hasta el fin, para alcanzar la plena (a plenitud la) seguridad de la esperanza, (Hebreos 6:11)
La mujer sabia edifica su casa, Pero la necia la derriba con sus manos. (Proverbios 14:1)
Porque el borracho y el glotón se empobrecerán, Y la vagancia se vestirá de harapos. (Proverbios 23:21)
La mano de los diligentes gobernará, Pero la indolencia será sujeta a trabajos forzados. (Proverbios 12:24)
Desde el otoño, el perezoso no ara, Así que pide durante la cosecha, pero no hay nada. (Proverbios 20:4)
El deseo del perezoso lo mata, Porque sus manos rehúsan trabajar; (Proverbios 21:25)
Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadan a su fe, virtud, y a la virtud, conocimiento; (2 Pedro 1:5)