¿Qué provecho recibe el hombre de todo el trabajo Con que se afana bajo el sol?
(Eclesiastés 1:3)Una generación va y otra generación viene, Pero la tierra permanece para siempre.
(Eclesiastés 1:4)El sol sale y el sol se pone, A su lugar se apresura. De allí vuelve a salir.
(Eclesiastés 1:5)Soplando hacia el sur, Y girando hacia el norte, Girando y girando va el viento; Y sobre sus giros el viento regresa.
Todos los ríos van hacia el mar, Pero el mar no se llena. Al lugar donde los ríos fluyen, Allí vuelven a fluir.
(Eclesiastés 1:7)Todas las cosas son fatigosas, El hombre no puede expresarlas. No se sacia el ojo de ver, Ni se cansa el oído de oír.
(Eclesiastés 1:8)Lo que fue, eso será, Y lo que se hizo, eso se hará; No hay nada nuevo bajo el sol.
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Eclesiastés 1:6 - Referencia Cruzada
Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso Que encrespó las olas del mar.
(Salmos 107:25)y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción."
(Mateo 7:27)Cuando comenzó a soplar un moderado viento del sur, creyendo que habían logrado su propósito, levaron anclas y navegaban costeando a Creta.
(Hechos 27:13)Cambió la tempestad en suave brisa Y las olas del mar se calmaron.
(Salmos 107:29)Tú, cuyos vestidos están calientes Cuando la tierra está en calma a causa del viento del sur?
(Job 37:17)El viento sopla por donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquél que es nacido del Espíritu."
(Juan 3:8)Como no sabes cuál es el camino del viento, O cómo se forman los huesos en el vientre de la mujer encinta, Tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas.
(Eclesiastés 11:5)Pero el SEÑOR desató sobre el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco estuvo a punto de romperse.
(Jonás 1:4)Del sur viene el torbellino, Y del norte el frío.
(Job 37:9)Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
(Mateo 7:24)