Cuando los impíos se levantan, los hombres se esconden; Pero cuando perecen, los justos se multiplican.
(Proverbios 28:28)
El hombre que después de mucha reprensión se pone terco, De repente será quebrantado sin remedio.
(Proverbios 29:1)
Cuando los justos aumentan, el pueblo se alegra; Pero cuando el impío gobierna, el pueblo gime.
(Proverbios 29:2)
El que ama la sabiduría alegra a su padre, Pero el que anda con rameras malgasta su fortuna.
El rey con la justicia afianza la tierra, Pero el hombre que acepta soborno la destruye.
(Proverbios 29:4)
El hombre que adula a su prójimo Tiende una red ante sus pasos.
(Proverbios 29:5)
El hombre malo es atrapado en la transgresión, Pero el justo canta y se regocija.
(Proverbios 29:6)
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Proverbios 29:3 - Referencia Cruzada
Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio, Pero el necio todo lo disipa.
(Proverbios 21:20)
Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza para su madre.
(Proverbios 10:1)
Pero el ángel le dijo: "No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan.
(Lucas 1:13)
El que guarda la ley es hijo entendido, Pero el que es compañero de glotones avergüenza a su padre.
(Proverbios 28:7)
El padre del justo se regocijará en gran manera, Y el que engendra un sabio se alegrará en él.
(Proverbios 23:24)
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Para que yo responda al que me afrenta.
(Proverbios 27:11)
El que ama el placer será pobre; El que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.
(Proverbios 21:17)
Porque por causa de una ramera uno es reducido a un pedazo de pan, Pero la adúltera anda a la caza de la vida preciosa.
(Proverbios 6:26)
El que labra su tierra se saciará de pan, Pero el que sigue propósitos vanos se llenará de pobreza.
(Proverbios 28:19)
Aleja de la extraña tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa;
(Proverbios 5:8)
pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro engordado.'
(Lucas 15:30)
Hijo mío, si tu corazón es sabio, Mi corazón también se me alegrará;
(Proverbios 23:15)
El hijo sabio alegra al padre, Pero el hombre necio desprecia a su madre.
(Proverbios 15:20)
No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente.
(Lucas 15:13)