Nueva Biblia Latinoamericana
Debes saber que así es la sabiduría para tu alma; Si la hallas, entonces habrá un futuro, Y tu esperanza no será cortada. (Proverbios 24:14)
No aceches, oh impío, la morada del justo; No destruyas su lugar de descanso; (Proverbios 24:15)
Porque el justo cae siete veces, y vuelve a levantarse, Pero los impíos caerán en la desgracia. (Proverbios 24:16)
No te regocijes cuando caiga tu enemigo, Y no se alegre tu corazón cuando tropiece;
No sea que el SEÑOR lo vea y Le desagrade, Y aparte de él Su ira. (Proverbios 24:18)
No te impacientes a causa de los malhechores Ni tengas envidia de los impíos; (Proverbios 24:19)
Porque no habrá futuro para el malo. La lámpara de los impíos será apagada. (Proverbios 24:20)

Otras publicaciones relacionadas con "Proverbios 24:17":

Charles Spurgeon
Los hombres perversos no ocasionarán nuestra caída
Consejos para mantenerse firme ante hombres malvados y engañosos. Confía en Dios y Él te protegerá.


Dr. Roberto Miranda
Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Proverbios 24:17 - Referencia Cruzada

No te alegres en el día de tu hermano, En el día de su exterminio. No te alegres de los hijos de Judá En el día de su destrucción. Sí, no te jactes En el día de su angustia. (Abdías 1:12)
El amor no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad. (1 Corintios 13:6)
Y cuando estaban bien alegres, dijeron: "Llamen a Sansón para que nos divierta." Llamaron, pues, a Sansón de la cárcel, y él los divertía. Y lo pusieron de pie entre las columnas. (Jueces 16:25)
Al llegar el rey David a Bahurim, entonces, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl que se llamaba Simei, hijo de Gera. Cuando salió, iba maldiciendo, (2 Samuel 16:5)
Como quien quebranta mis huesos, mis adversarios me afrentan, Mientras me dicen todo el día: "¿Dónde está tu Dios?" (Salmos 42:10)
No permitas que se regocijen a costa mía los que injustamente son mis enemigos, Ni que guiñen el ojo con malicia los que sin causa me aborrecen. (Salmos 35:19)
Pero ellos se alegraron en mi tropiezo, y se reunieron; Los agresores, a quienes no conocía, se juntaron contra mí; Me despedazaban sin cesar. (Salmos 35:15)
¿Acaso me he alegrado en la destrucción de mi enemigo, O me he regocijado cuando el mal le sobrevino? (Job 31:29)
El que se burla del pobre afrenta a su Hacedor; El que se regocija de la desgracia no quedará sin castigo. (Proverbios 17:5)