Nueva Biblia Latinoamericana
El rey que se sienta sobre el trono del juicio, Disipa con sus ojos todo mal. (Proverbios 20:8)
¿Quién puede decir: "Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado"? (Proverbios 20:9)
Pesas desiguales y medidas desiguales, Ambas cosas son abominables al SEÑOR. (Proverbios 20:10)
Aun por sus hechos un muchacho se da a conocer Si su conducta es pura y recta.
El oído que oye y el ojo que ve, Ambos los ha hecho el SEÑOR. (Proverbios 20:12)
No ames el sueño, no sea que te empobrezcas; Abre tus ojos y te saciarás de pan. (Proverbios 20:13)
Malo, malo," dice el comprador, Pero cuando se marcha, entonces se jacta. (Proverbios 20:14)

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Proverbios 20:11 - Referencia Cruzada

Todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: "¿Qué, pues, llegará a ser este niño?" Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él. (Lucas 1:66)
Después de tres días Lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. (Lucas 2:46)
porque él será grande delante del Señor. No beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre, (Lucas 1:15)
Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? (Mateo 7:16)
Torcido es el camino del pecador Mas el proceder del limpio es recto. (Proverbios 21:8)
Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa, árbol malo que produzca fruto bueno. (Lucas 6:43)
Yo nací en iniquidad, Y en pecado me concibió mi madre. (Salmos 51:5)
La necedad está ligada al corazón del niño, Pero la vara de la disciplina lo alejará de ella. (Proverbios 22:15)
Desde la matriz están desviados los impíos; Desde su nacimiento se descarrían los que hablan mentiras. (Salmos 58:3)