Nueva Biblia Latinoamericana
Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio, Cuando cierra los labios, por prudente. (Proverbios 17:28)
El que vive aislado busca su propio deseo, Contra todo consejo se encoleriza. (Proverbios 18:1)
El necio no se deleita en la prudencia, Sino sólo en revelar su corazón. (Proverbios 18:2)
Cuando llega el impío, llega también el desprecio, Y con la deshonra viene la afrenta.
Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Arroyo que fluye, la fuente de la sabiduría. (Proverbios 18:4)
No es bueno mostrar preferencia por el impío, Para ignorar al justo en el juicio. (Proverbios 18:5)
Los labios del necio provocan riña, Y su boca llama a los golpes. (Proverbios 18:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Proverbios 18:3":

Omar Soto
Buscar sabiduria
En este sermón, el autor habla sobre la importancia de buscar sabiduría en Dios y cómo esto puede ayudarnos a vivir nuestras vidas diarias. Se compara la sabiduría con la riqueza y se anima a enfocarse en el presente y pensar en el futuro en momentos de adversidad. La oración es una oportunidad para pedir sabiduría y transformación personal para poder ser agentes de cambio en el mundo.


Samuel Acevedo
No dejes pasar la gracia por alto
Este sermón se basa en la parábola del rico insensato en Lucas 12: 13-21 y argumenta que para vivir una vida plena y heróica, necesitamos a Jesús como mentor y entender que la vida está gobernada por principios eternos.


Proverbios 18:3 - Referencia Cruzada

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo; Esperé compasión, pero no la hubo; Busqué consoladores, pero no los hallé. (Salmos 69:20)
Los que pasaban Lo injuriaban, meneando la cabeza (Mateo 27:39)
Cuando aumentan los impíos, aumenta la transgresión, Pero los justos verán su caída. (Proverbios 29:16)
Se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, y le dijo: "¡Hijo de perversa y rebelde! ¿Acaso no sé yo que prefieres al hijo de Isaí, para tu propia vergüenza y para vergüenza de la desnudez de tu madre? (1 Samuel 20:30)
Ten piedad de nosotros, oh SEÑOR, ten piedad de nosotros, Porque ya no soportamos el desprecio. (Salmos 123:3)
Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados. Devuelve su oprobio sobre sus cabezas y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad. (Nehemías 4:4)
Porque el celo por Tu casa me ha consumido, Y los insultos de los que Te injurian han caído sobre mí. (Salmos 69:9)
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Pero la sabiduría está con los humildes. (Proverbios 11:2)
Y en todo esto, se sorprenden de que ustedes no corren con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y los insultan. (1 Pedro 4:4)
Echa fuera al insolente y saldrá la discordia, Y cesarán también los pleitos y la ignominia. (Proverbios 22:10)
Si ustedes son insultados por el nombre de Cristo, dichosos son, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre ustedes. Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por ustedes es glorificado. (1 Pedro 4:14)