Los de corazón perverso son abominación al SEÑOR, Pero los de camino intachable son Su deleite.
(Proverbios 11:20)
Ciertamente el malvado no quedará sin castigo, Pero la descendencia de los justos será librada.
(Proverbios 11:21)
Como anillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa que carece de discreción.
(Proverbios 11:22)
El deseo de los justos es sólo el bien, Pero la esperanza de los malvados es la ira.
Hay quien reparte, y le es añadido más, Y hay quien retiene lo que es justo, sólo para venir a menos.
(Proverbios 11:24)
El alma generosa será prosperada, Y el que riega será también regado.
(Proverbios 11:25)
Al que retiene el grano, el pueblo lo maldecirá, Pero habrá bendición sobre la cabeza del que lo vende.
(Proverbios 11:26)
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Proverbios 11:23 - Referencia Cruzada
Y ahora, Señor, ¿qué espero? En Ti está mi esperanza.
(Salmos 39:7)
Pero yo no me he apresurado a dejar de ser tu pastor, Ni el día de angustia he anhelado; Tú sabes que lo que ha salido de mis labios En Tu presencia está.
(Jeremías 17:16)
¡Ojalá mis caminos sean afirmados Para guardar Tus estatutos!
(Salmos 119:5)
Cuando muere el hombre impío, su esperanza se acaba, Y la expectación de los poderosos perece.
(Proverbios 11:7)
La esperanza de los justos es alegría, Pero la expectación de los impíos perecerá.
(Proverbios 10:28)
pero a los que son ambiciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia: ira e indignación.
(Romanos 2:8)
sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de UN FUEGO QUE HA DE CONSUMIR A LOS ADVERSARIOS.
(Hebreos 10:27)
Con todo mi corazón Te he buscado; No dejes que me desvíe de Tus mandamientos.
(Salmos 119:10)
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.
(Mateo 5:6)
Pon tu delicia en el SEÑOR, Y El te dará las peticiones de tu corazón.
(Salmos 37:4)
Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: Que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura del SEÑOR Y para meditar en Su templo.
(Salmos 27:4)
En la noche Te desea mi alma, En verdad mi espíritu dentro de mí Te busca con diligencia. Porque cuando la tierra tiene conocimiento de Tus juicios, Aprenden justicia los habitantes del mundo.
(Isaías 26:9)
Oh SEÑOR, Tú has oído el deseo de los humildes; Tú fortalecerás su corazón e inclinarás Tu oído
(Salmos 10:17)